El Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) arranca este viernes su 58 edición, la primera que se desarrollará íntegramente online de la historia del certamen. “El pasado mes de marzo empezamos a trabajar en una doble vertiente del festival”, explica Alejandro Díaz, el director de la cita. “Por un lado, una edición presencial dimensionada de una manera diferente, con menos contenidos, pero con la idea de que estábamos construyendo un castillo de naipes que se podía caer en algún momento. Por otro lado, íbamos desarrollando una serie de contenidos online que iban a ser complementarios, para que además de los pases en salas hubiera una repetición de las películas en alguna plataforma. Finalmente, esta alternativa online ha acabado siendo la única forma de celebrar el festival porque en Asturias están cerradas ahora mismo todas las actividades consideradas no esenciales, incluidos los cines”.
De esta manera, los filmes de la 58 edición estarán disponibles a través del nuevo portal FICX.TV, en donde se podrá ver toda la programación por secciones; en Filmin, para la sección oficial, y en Festhome, para todas las demás secciones. Quienes quieran disfrutar del festival al completo podrán abonarse a ambas plataformas por un total de 30 euros. Este precio es un 40% menor que el coste habitual del abono completo al festival presencial. Y frente a los 42 largometrajes que podían verse en una edición presencial con un solo abono, en este caso podrán disfrutarse 62. “La reacción del público a este nuevo esquema es una incógnita”, comenta Díaz. “Sin embargo, esperamos poder movernos en unas cifras similares a las de otros años aunque se trate de espectadores online. Tenemos la ventaja de que este año vamos a poder llegar a espectadores que se encuentran fuera de Asturias con un programa que es al 98% el mismo que íbamos a tener en la versión presencial. Básicamente, se trata del mismo festival”.
Nuevas secciones
Una de las principales novedades del FICX este año es que la sección oficial agrupa las obras en tres categorías: Retueyos (brotes en llingua asturiana), que presentará primeros, segundos o terceros largometrajes de mirada heterogénea y exploración formal; Albar (madera noble y resistente en llingua asturiana), que acompaña en su viaje cinematográfico a quienes han contribuido a conformar la identidad del festival a lo largo de los años; y Tierres en Trance, que nace este año con la vocación de convertirse en pantalla para un cine iberoamericano siempre comprometido con sus combates.
En la sección Albar encontramos una de las películas que más elogios conquistó por parte de la crítica en el pasado festival de Berlín: First Cow, en la que la estadounidense Kelly Reichardt (Certain Woman, 2016) vuelve a deshojar los códigos del western para despojarlos de todo efectismo. Con su fino naturalismo y su precisión estética, llega hasta el tuétano del género, construyendo un canto fundacional de EEUU, al mismo tiempo que un sincero relato sobre la accidental y accidentada amistad entre dos desarraigados que solo aspiran a sobrevivir. También están en Albar la película de inauguración, Al abordaje, del francés Guillaume Brac, “una de las mejores comedias que hemos visto en el circuito de festivales en los últimos años” en palabras de Alejandro Díaz, y Vaca mugiendo entre ruinas, del asturiano Ramón Lluís Bande, “una película importante para la ciudad de Gijón porque es una historia no escrita de nuestro pasado, que tiene que ver con el consejo soberano de Asturias y León y su caída en el año 1937”.
En esta sección, aparecen nombres como el del rumano Radu Jude, ganador del Oso de Plata a la mejor dirección en 2015 por Aferim!. Estrena en Gijón Uppercase Print, la historia de un joven rebelde que se mete en un lío por una pintada contra el régimen de Ceausescu. También se podrá disfrutar aquí de una de las películas con el sello Cannes, la francesa Les choses qu’on dit, les chose qu’un fait, de Emmanuel Mouret; de Voices in the Wind, la nueva joya de Nobuhiro Suwa, el más afrancesado de los directores japoneses; de Isabella, en la que el argentino Matías Piñeiro sigue explorando la intersección entre la vida, el teatro de Shakespeare, el cine y el universo femenino, o de Notes from the Underworld, de Tizza Covi y Rainer Frimmel, Mención Especial en la última Berlinale, que nos arrastra al inframundo masculino de la Viena de mediados del siglo XX, prolongando hasta el presente el retrato del carismático cantante folk Kurt Girk y de su amigo Alois Schmutzer.
En la sección Retueyos encontramos la película de clausura, Un blues para Teherán, debut del periodista Javier Tolentino en la dirección para mostrar todo su amor y fascinación por Irán, su cultura, su música y su gente. Este filme estará acompañada por otros ocho, entre los que destaca Transoceánicas, una obra de correspondencias firmado por la española Meritxell Collel y la argentina Lucía Vassallo que ya pasó por el festival Nara de Naomi Kawase y por Chicago; Together Apart, del chino Qu Youjia, una de las películas más hermosas y delicadas de las programadas este año en Roterdán, o la española Amor sin ciudad, de Pedro Sara y Violeta Pagán, en la que Madrid es el punto de confluencia de once historias de personas en tránsito físico y espiritual.
Para cerrar la sección oficial, Tierres en trance -en homenaje al cine de Glauber Rocha- pone énfasis en que la coyuntura social, política y económica de América Latina, en conflicto perpetuo, ha permitido un estado de permanente renovación de formas y narrativas en una parte del cine de esas latitudes. Aquí se podrán ver filmes de directores tan interesantes como el venezolano Jorge Thielen Armand (La fortaleza), el argentino Javier van de Couter (Implosión) o el boliviano Diego Moncada (Chaco).
“Nuestra idea para esta edición era buscar un cine con un componente humanista en el que nos pudiéramos sentir identificados y que planteara cuestiones que creo que son importantes de cara a la situación que estamos viviendo, con una sensibilidad que encaje en el momento y que no caiga en la frivolidad”, explica el director del festival. “Los festivales no podemos estar de espaldas a la realidad, sino que tenemos que ser permeables con ella”.
Además de la sección Enfants Terribles, la más veterana del festival, dedicada a jóvenes y niños, y la sección Esbilla, que completa la programación de la sección oficial con importante filmes del panorama internacional de festivales (como I Am Greta, el documental sobre la activista Greta Thunberg), el festival dedica tres Focos a tres mujeres: la artista multidisciplinar argentina Amalia Ullman, a la directora argentina Ana Katz (El juego de la silla o Mi amiga del parque) y la jovencisima y prometedora directora portuguesa Leonor Telles (Terra Franca).