'Lola': la joven transexual
El belga Laurent Micheli narra la difícil relación entre una adolescente transexual y su conservador padre en una película que transmite con emoción y veracidad los graves problemas que sufren estas personas
18 junio, 2021 10:37La sombra de los hermanos Dardenne es alargada y esta Lola que ahora llega a nuestras pantallas viene muy marcada por la estética, y la ética de los célebres cineastas belgas. Cámara al hombro, tono naturalista, esos planos con los personajes caminando apresurados rodados de espaldas... Además, cuenta con una joven protagonista aguerrida y luchadora a la altura de algunas de las más interesantes criaturas de los hermanos, ahí está la inolvidable Rosetta (1999), esa chica que sale huyendo de casa de una madre alcohólica, o la integridad del personaje de madre adolescente que interpreta Deborah François en El niño (2005).
Nominada al César a mejor película extranjera, Lola se adentra en los problemas de los transexuales, un colectivo que padece una atroz discriminación y cuya situación se ha convertido en objeto de debate (y polémica) en casi todo Occidente. A las puertas de una ley para proteger sus derechos, la película cuenta sin apriorismos y con veracidad el drama de una chica transexual adolescente que es expulsada de casa por su padre. Interpretada por la debutante Mya Bollaers con rabia y convicción, conocemos a una chica joven marcada no solo por el rechazo familiar, también por los abusos que tuvo que sufrir de niña por parte de sus primos.
Ser distinto en un mundo que ama la uniformidad no es fácil y Lola se centra en la relación entre la joven y su padre (Benoît Magimel, célebre por La pianista de Haneke), cuando muere la madre. Magimel logra un trabajo impecable al conseguir dar humanidad y matices a un hombre machista y chapado a la antigua, que literalmente es incapaz por mucho que lo intenta de entender lo que le pasa a su hija. Road movie por la costa belga, por una parte vemos a una adolescente traumatizada y rencorosa por el maltrato sufrido, pero también íntimamente deseosa de ser aceptada y querida por ese padre distante. Lola tiene la virtud de la sencillez y la claridad expositiva y acaba resultando un emotivo testamento del sufrimiento injusto y atroz que deben padecer muchas personas en la misma situación que la protagonista.