En el arte, no se puede tocar la historia sin practicar alguna forma de insumisión. Uno de los que más músculo sacaron gracias a este sano ejercicio fue Godard, como demuestra el cineasta santanderino Paulino Viota, director, entre otras, de películas como Contactos (1970) o Cuerpo a cuerpo (1982) y autor ahora de Jean-Luc Godard. 60 años insumiso, libro en el que arma uno de los más serios estudios sobre el director francés a través de dos partes muy definidas.
La primera es una reedición de 2004 publicada por la Fundación Marcelino Botín, con escasa tirada en su momento, sobre la base de un curso que impartió en torno a Historie(s) du cinéma (1988). Analiza aquí, entre otras etapas, “Los años Cahiers” (1950-1959), À bout de souffle y “los años Karina” (1959-1967) y “Los años entre cielo y tierra” (1979-1988). La segunda, “Veinte años después”, reúne, con ambición de actualizar el trabajo emprendido, artículos sobre Notre musique (2004), Film socialisme (2010), Adieu au langage (2014) y Le Livre d’image (2018), textos a los que añade 'Godard infiel', sobre la importancia de la sexualidad en su obra. “Nadie como él ha pensado el cine”, resume Viota.
Insumisión, cercana a la disidencia, es la que provocó Alfred Hitchcock con casi todas sus películas (y algunos comportamientos). Edward White se ha propuesto indagar en las facetas de un personaje tan poliédrico como genial y contradictorio. Arranca el autor con “El niño que no podía crecer”, donde analiza cómo determinados traumas infantiles pueden llevarnos a películas como Marnie, la ladrona (1964), Psicosis (1960) o Los pájaros (1963).
Todos sus apartados, tan directos, inquietantes y sencillos como algunas de las secuencias del maestro británico (El asesino, El mujeriego, El gordo, El dandi, El hombre de Dios... ), terminan construyendo un retrato que, gracias a su abundante información, matiza algunos clichés del director de Vértigo (1958) anclados en su leyenda. Para White, “su compleja personalidad sigue siendo una fuente de fascinación y disputa”.
Cabezota, salvaje, sincero. Así define François Truffaut a Claude Sautet en el libro de conversaciones de Michel Boujut, que los muy cinéfilos conocerán por su edición en francés y que ahora rescatan, iniciando colección, el Festival de Cine de San Sebastián y la Filmoteca Vasca.
[A partir de Godard, el mundo entero]
Boujut agavilla entrevistas sobre su filmografía, desde A todo riesgo (1960) a Nelly y el Sr. Arnaud (1995), pasando por Armas para el caribe (2965), Max y los chatarreros (1971), Ella, yo y el otro (1972), Mado (1976) y Una vida de mujer (1978), entre otras. Por estas páginas se respira el amor burgués, las aristas de la pareja, notas de jazz y una insobornable complicidad con los personajes/actores (como demostró con Romy Schneider, Michel Piccoli o Yves Montand). La introducción de Thierry Frémaux y el posfacio de Bertrand Tavernier convierten este libro en una auténtica fiesta del cine.