Tutankamón, la momia que cambió el cine
Aprovechándose de la popularidad de la maldición de Tutankamón, en 1932 Universal estrenó 'La momia', un filme con Boris Karloff que abrió paso a un personaje ya clásico del terror.
4 noviembre, 2022 02:36El 5 de abril de 1923 lord Carnarvon, mecenas de la expedición que había hallado la tumba de Tutankamón unos meses antes, murió en el Hotel Savoy de El Cairo, seguramente a causa de una septicemia causada por la picadura de un mosquito. Poco después, en septiembre, el Coronel Aubrey Herbert, medio hermano del aristócrata que había participado en las excavaciones, también pasaba a mejor vida.
Poco más necesitó la prensa sensacionalista para comenzar a elaborar la leyenda de la maldición de Tutankamón, que para 1930 ya contabilizaba (o se inventaba) hasta 30 muertes relacionadas con la empresa liderada por Howard Carter (que falleció en 1939 a los 64 años, para chasco de los imaginativos plumillas).
No era la primera vez que una maldición del Antiguo Egipto saltaba a los titulares, siendo la más famosa la “unlucky mummy”, que se conserva en el Museo Británico. Adquirida en Luxor a unos ladrones de tumbas en 1865 por Thomas Douglas Murray (que perdió un brazo poco después), de ella se llegó a escribir que iba a bordo del Titanic y que provocó, nada menos, que la Gran Guerra.
Hollywood pronto se dio cuenta de que podía rentabilizar esta sarta de supercherías que tanto animaban la conversación de la época. En concreto, el productor de Universal Carl Laemmle Jr., que venía de triunfar con Drácula (Tod Browning, 1931) y Frankenstein (James Whale, 1931).
A pesar de que desde mediados del XIX, con la fiebre por la egiptología, escritores como Louisa May Allcott, Conan Doyle, Kipling, Agatha Christie o Bram Stoker habían dotado a las momias de elementos terroríficos, Laemmle Jr. no encontró ninguna obra literaria que le satisficiera para llevarla a la gran pantalla. Por eso, contrató al guionista John L. Balderston, que había cubierto la apertura de la tumba de Tutankamón para el 'New York World', para que desarrollara una nueva historia.
Tomando elementos del mito del dios Osiris, que era resucitado por su mujer Isis tras ser asesinado por su hermano Set, Balderston pergeñó una mezcla de melodrama y horror-movie que sentaba las bases de las futuras momias cinematográficas.
En el filme, Imhotep, un sacerdote egipcio momificado vivo como castigo por intentar resucitar a su amada, la princesa Anjesenamón, es revivido por unos arqueólogos cuando leen en voz alta el conjuro de Toth. A partir de entonces, Imhotep emprende la búsqueda de la reencarnación de Anjesenamón.
La momia, dirigida en 1932 por Karl Freund, no dió lugar a secuelas directas, pero fue el origen de un sinfín de acercamientos a este monstruo ya clásico. En los 40 la momia Karis protagonizaría hasta cuatro filmes, en los 60 sería Christopher Lee quien interpretara al personaje para la Hammer y en los 90 el terror sería sustituido por la aventura en los filmes de Stephen Sommers.
Sin embargo, el intento de Universal de crear un Universo Cinematográfico de Monstruos se fue al traste por el fracaso de The Mummy (Alex Kurtzman, 2017), a la que ni Tom Cruise pudo salvar. Parece que la maldición continúa.
El último viaje del joven rey
Coincidiendo con el aniversario del descubrimiento de la tumba, el 4 de noviembre llega a las salas Tutankamón: el último viaje, del italiano Ernesto Pagano. Se trata de un documental que nos acerca la vida del faraón, al tiempo que aborda los pormenores de la expedición de Howard Carter y nos muestra cómo se trasladaron 150 objetos de la tumba desde el Museo de El Cairo a la mayor exposición internacional jamás dedicada al joven rey, que se pudo visitar en Los Ángeles. Todo narrado por Iggy Pop, faraón del rock.