Hollywood se acerca peligrosamente a su primera huelga de guionistas en 16 años. El 97,85 % de los 11.500 miembros del Writers Guild of America (WGA) votaron el pasado martes a favor de cesar sus actividades el próximo 1 de mayo en un gesto que la propia institución catalogó como una "inversión" en su futuro y en la "viabilidad" de la industria.
Los líderes del sindicato afirman que los escritores de cine y televisión se encuentran ante un momento vital para su futuro, ya que la compensación por su trabajo se ha estancado en la última década a pesar de la explosión de producción que han liderado las plataformas de streaming. “La supervivencia de la escritura como profesión está en juego en la negociación”, confirmaban en un correo electrónico enviado por el WGA a sus afiliados.
Sin embargo, el acuerdo entre los estudios y los guionistas está lejos de alcanzarse. Por ahora, las majors solo han cedido en algunos detalles y, a través de un comunicado de Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTP), manifiestan que la amenaza de huelga “siempre ha sido parte del plan de la WGA”, ya que se ha anunciado antes de que intercambiaran propuestas. “Nuestro objetivo es, y sigue siendo, llegar a un acuerdo justo y razonable”, aseguran.
Ante esta situación, los ejecutivos de Hollywood han empezado a prepararse: en las últimas semanas está acumulando guiones al tiempo que se disponen a producir nuevos realities en los que no es necesaria la figura del escritor.
[José Luis Cienfuegos, nuevo director de la Seminci]
Los guionistas aspiran a firmar un paquete de aumentos salariales valorado en casi 600 millones de dólares, que incluiría un incremento del salario mínimo; la creación de un plan de pensiones; un seguro de salud "digno"; y la revisión de los conocidos como residuals, pagos individuales por producciones (una película o un capítulo de una serie) emitidas en televisión o que se encuentran en el catálogo de una plataforma de streaming.
Sin embargo, las demandas del sindicato chocan con la situación económica de compañías como The Walt Disney Company, Warner Bros. o Netflix, que tratan de reducir costes para hacer frente a sus altos niveles de deuda en un mercado a todas luces saturado.
En cualquier caso, la autorización que le han dado los escritores al WGA para ir a la huelga no implica que esta necesariamente se vaya a producir. Ya en 2017 se llegó a un acuerdo en el último minuto con los estudios después de que el 96 % de los guionistas votaran a favor del parón.
La última ocasión en la que se produjo una huelga de escritores fue en 2007, cuando se prolongó cerca de 100 días, costándole a la economía de Los Ángeles pérdidas estimadas en 2.000 millones de dólares.
Según el sindicato, a pesar de que la producción de series se ha disparado, los guionistas están trabajando más semanas por menos dinero y, en algunos casos, los escritores veteranos están trabajando por menos dinero que el que cobraban hace unos años.