El escritor y director de cine experimental Kenneth Anger ha fallecido a los 96 años de edad. La muerte del cineasta nacido en 1927 en Santa Mónica (California, EE.UU.) fue confirmada hoy en Twitter por la galería de arte contemporáneo que lo representaba, Sprüth Magers, que lamentó "profundamente" la pérdida.
"Kenneth fue un pionero. Su genialidad cinematográfica y su influencia perdurarán y seguirán transformando a todos aquellos que se encuentren con sus películas, sus palabras y su visión", indicó en un comunicado.
Seguidor de la filosofía mágika Thelema del místico, alquimista, escritor, poeta, pintor, alpinista y mago ceremonial británico Aleister Crowley (1875-1947), apodado como La Bestia 666, Anger mantuvo una relación de amor/odio con el cine y la industria de Hollywood, lo que plasmaría en una obra cinematográfica ocultista y le llevaría a escribir y publicar sus dos polémicos volúmenes de Hollywood Babilonia (en 1959 y en 1984, editados por Tusquets en España), donde recreaba las miserias de estrellas estadounidenses como Marilyn Monroe, Charles Chaplin o Judy Garland.
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Abundan ambas obras en la descripción gráfica -no siempre veraz- de suicidios, asesinatos, pasiones eróticas y accidentes del star-system hollywoodense, y sirvieron a Damien Chazelle como inspiración para su reciente filme Babylon (2022), protagonizado por Margot Robbie y Brad Pitt.
Su obra cinematográfica, excepcionalmente arriesgada y experimental, esta compuesta principalmente por cortometrajes y le convirtieron en un pionero del cine queer y del videoclip. Entre los títulos más destacados de su trabajo se encuentra Fireworks (1947), un cortometraje experimental homoerótico protagonizado por él mismo que fue grabado en casa de sus padres. Tanto en dicho filme como en Inauguration of the Pleasure Dome (1954), Anger indagó visualmente en el orgasmo masculino a través de metáforas, lo que le valió que sus proyectos en ocasiones fueran considerados obscenos.
Otra de sus cintas notables fue Scorpio Rising, rodada en 1963, en la que plasmó a un grupo de motociclistas homosexuales nazis que se preparaban para salir de fiesta. El cortometraje se convirtió en una fuerte influencia para directores como Gaspar Noé (Enter the Void, 2009) o Nicolas Winding Refn (Copenhagen Cowboy, 2022). Su obra cumbre sería Lucifer Rising (1972/1980), en donde se aprecia su voluntad de utilizar el cine como recurso mágico.
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Personaje fundamental de la cultura underground, mantuvo una estrecha relación con el cineasta Jean Cocteuau, con la escritora Anais Nin, con el músico Mick Jagger o el fundador de la Iglesia de Satán Anton LaVey. Pese al estilo extremo de sus películas, Anger influiría en filmes de éxito como Buscando mi destino (Denis Hooper, 1969), 2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968) o Terciopelo azul (David Lynch, 1986) y en directores como John Waters o Martin Scorsese.
Nacido en una familia presbiteriana de California, Anger rodó su primera película a la edad de 10 años y siempre aseguró que había aparecido como actor infantil en Sueño de una noche de verano (Max Reinhardt y William Dieterle, 1935), una afirmación que ha sido cuestionada por varios historiadores cinematográficos.
Curso sus estudios en el Berverly Hills High Scholls, época en la que conoció al futuro cineasta Curtis Harrington, en la proyección de películas mudas de la galería de arte de Clara Grossman. Ambos crearían la productora Creative Film Associated (CFA) y comenzarían a interesarse por Crowley.
En aquella época también descubrió su homosexualidad y empezó a moverse en el ambiente gay de Los Ángeles, muy perseguido en una época en donde los actos homosexuales estaban prohibidos en EE.UU. En los años 50 se mudaría a París, donde se haría íntimo de Jean Cocteau.
Entre 1982 y 1999, Anger estuvo retirado, aunque en esa época publicó el segundo volumen de Hollywood Babilonia. Parece ser que tenía escrita la tercera parte de esta obra, pero no se había atrevido a publicarla por miedo a represalias por sus referencias a Frank Sinatra y a la Iglesia de la Cienciologia. A comienzos del siglo XXI, volvió a las andadas con obras como The Man We Want to Hang, en la que se acercaba una vez más Crowley, Elliott's Suicide (2007), homenaje al músico Elliot Smith, y Mouse House (2005), donde celebraba a su amado Mickey Mouse.