Claves para no perderse en los Goya de Valladolid: el duelo, veteranos y noveles, animación...
Ana Belén y los Javis presentan la gala, que se celebra este sábado en Valladolid, en donde se prevé un duelo entre 'La sociedad de la nieve' y '20.000 especies de abejas'.
5 febrero, 2024 17:30El duelo entre La sociedad de la nieve, de J. A. Bayona, empujada por las nominaciones al Oscar a película internacional y maquillaje y peluquería, y 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola, marca la 38 edición de los Goya, que se celebran por primera vez en Valladolid con Ana Belén y los Javis como maestros de ceremonia.
Pero Víctor Erice (Cerrar los ojos), Isabel Coixet (Un amor) y David Trueba (Saben aquell) pueden dar la sorpresa en un año marcado por la amplia presencia de productoras y por la brillante cosecha de animación (analizada por Alberto Vázquez y Pablo Berger en Dardos).
Una apuesta por la espontaneidad
Fernando Méndez-Leite, que llegó a la presidencia de la Academia de Cine en 2022, ha mantenido la itinerancia de la gala que inició el anterior mandatario, Mariano Barroso. De esta manera, tras pasar por Málaga, Valencia y Sevilla, los Goya desembarcan en Valladolid (y ya está firmada la siguiente edición en Granada), con un amplio programa de actividades previas: exposiciones urbanas, pases de las películas favoritas, encuentros con nominados…
Todo conducirá a la gran puesta en escena del sábado 10 de febrero en la Feria de Valladolid, en donde colisionarán dos generaciones distintas en el escenario: ejercerán de maestros de ceremonia la veterana actriz Ana Belén, Goya de Honor en 2017, y la pujante dupla de los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo), que han triunfado con su última serie, La Mesías (Movistar Plus+). Han afirmado que apostarán por “la espontaneidad del momento” frente a los inevitables sketches guionizados. Veremos.
Por segundo año consecutivo, Tinet Rubira y Ángel Custodio de Gestmusic dirigirán el evento, que contará con las actuaciones de Amaia, David Bisbal, Estopa, María José Llergó, India Martínez, Niña Pastori, Sílvia Pérez Cruz y Salvador Sobral.
Solidaridad con las víctimas de violencia sexual
Tras las acusaciones de varias mujeres al cineasta Carlos Vermut por violencia sexual, la Academia de Cine quiso mostrar su solidaridad con las víctimas en un comunicado, en el que la institución anunciaba su intención de reivindicar el fin de los abusos en el cine en la gala de los Goya. "Para la Academia de Cine es fundamental que la seguridad de las mujeres y la igualdad de género llegue a ser una realidad", rezaba la nota. No se conocen detalles de cómo se escenificará esta repulsa el sábado en Valladolid, pero seguro que habrá referencias en muchos de los discursos de los galardonados.
Entre las abejas y la nieve
Varios indicios invitan a pensar en un duelo en la cumbre entre 20.000 especies de abejas y La sociedad de la nieve. Por un lado, la película de Estibaliz Urresola entró en la sección oficial de la Berlinale –quizá por la inercia del Oso de Oro de Carla Simón con Alcarràs (2022) en la edición anterior– y la pequeña Sofía Otero se llevó el Oso de Oro a la mejor interpretación protagonista. Después, la película triunfó en en el Festival de Málaga, logrando la Biznaga de Oro y el premio a la mejor actriz para Patricia López Arnaiz. Y ha conseguido el récord de nominaciones en estos Goya, con 15 menciones.
[Todos los nominados a los Premios Goya 2024: consulta la lista completa]
Por otro lado, La sociedad de la nieve ya se impuso entre los académicos a 20.000 especies de abejas y Cerrar los ojos (Víctor Erice) en la votación para representar a España en los Oscar, donde ha logrado colarse en las categorías de mejor película internacional y de maquillaje y peluquería. Además, clausuró Venecia, logró el premio del público de la sección Perlak en San Sebastián y ha acumulado 13 nominaciones en los Goya (donde tiene muchas papeletas para arrasar en los apartados técnicos). En las últimas semanas, la película está también generando una nutrida conversación en redes sociales, lo que indica que está funcionando en la plataforma de Netflix, su productora.
El retorno de los veteranos
Si en 2022 los medios nos lanzamos a celebrar la irrupción de una gran camada de directores noveles (Alauda Ruiz de Azúa, Elena López Riera, Carlota Perada, Mikel Gurrea…) y la consolidación de varios cineastas con sus segundos trabajos (Carla Simón, Pilar Palomero, Eduardo Casanova…), anunciando un cambio generacional en el cine español, en 2023 los veteranos han vuelto con fuerza.
Víctor Erice regresaba a las salas 30 años después de El sol del membrillo (1992) con Cerrar los ojos (11 nominaciones), en donde exorciza proyectos frustrados o pendientes, reflexiona sobre la degradación de la memoria y escenifica el enfrentamiento entre el clasicismo y la modernidad en el cine, para culminar una de las carreras más legendarias y guadianescas de la historia.
Por su parte, Isabel Coixet consigue en Un amor (7 nominaciones) una pulcra representación de la concisión y desnudez de la prosa de Sara Mesa y David Trueba emociona a los espectadores con su eficaz biopic sobre el cómico Eugenio en Saben aquell (11 nominaciones).
El empuje de los noveles
La reacción de los veteranos no significa que en 2023 no tuviéramos suculentas óperas primas. Aparte de Urresola, la categoría de mejor dirección novel nos entrega un cuento moderno y meta sobre la camaradería femenina como Las chicas están bien, de Itsaso Arana; un filme de denuncia social al estilo de los Dardenne y Ken
Loach como Matria, de Álvaro Gago; un acercamiento amable, divertido y reivindicativo al movimiento LGTBI andaluz de finales de los 70 como Te estoy amando locamente, de Alejandro Marín, y un thriller kafkiano ambientado en el desangelado limbo de la zona de inmigración del aeropuerto de Nueva York como Upon Entry (La llegada), de Juan Sebastián Vasquez y Alejandro Rojas.
Y se ha quedado fuera La imatge permanent, el heterodoxo debut de Laura Ferrés que recibió la Espiga de Oro. O corno, la segunda película de Jaione Camborda, galardonada con la Concha de Oro en San Sebastián, tampoco ha recibido demasiado amor de los académicos: tan solo una nominación a mejor actriz revelación para Janet Novas, la protagonista del filme.
La eclosión de las productoras
Las nominaciones en las categorías de dirección vuelven a situarse en torno a la paridad, gracias a los trabajos de Isabel Coixet, Elena Martín (Creatura), Itsaso Arana y Estibaliz Urresola, mientras que las mujeres siguen al alza en todos los apartados.
Destaca la amplia presencia de productoras en los trabajos nominados a mejor película: Lara Izaguirre y Valérie Delpierre con 20.000 especies de abejas, Cristina Zumárraga y Odile Antonio-Baez con Cerrar los ojos, Belén Atienza y Sandra Hermida con La sociedad de la nieve, y Marisa Fernández Armenteros y, de nuevo, Sandra Hermida con Un amor. Un síntoma importante de que se afianza el cambio en nuestro cine, ya que las directoras siempre han demandado un mayor número de mujeres en puestos de decisión, que no tiemblen a la hora de apostar por miradas femeninas.
Las sorpresas: de Trueba a Adela
A priori era difícil prever que Saben aquell, que recurre a la manida fórmula del biopic, triunfase a nivel de crítica, obtuviera buenos datos en taquilla y se colara en las categorías principales de los Goya, pero pocas pegas se le puede poner a un filme en el que David Trueba sabe emocionar al espectador y en el que David Verdaguer y Carolina Yuste están impecables en los papeles principales. Algo parecido es el caso de El maestro que prometió el mar (Patricia Font), otro inesperado triunfo de taquilla que ha conseguido cinco nominaciones.
También es inesperada, que no por ello inmerecida, la presencia de Elena Martín a mejor dirección por Creatura, uno de los filmes más resbaladizos y polémicos del año en su acercamiento a la sexualidad femenina, o la aparición de dos trabajos tan minoritarios como La paradoja de Antares (Luis Tinoco), un minimalista filme de ciencia ficción que atrapa, y Una noche con Adela (Hugo Ruiz), una historia de venganza protagonizada por una barrendera (Laura Galán) y rodada en plano secuencia, en dos categorías tan importantes como música original y fotografía, respectivamente.
Actores inéditos y diversidad
Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Javier Cámara, Luis Tosar, Javier Bardem… Ninguno de estos intérpretes, sempiternos aspirantes al Goya en la última década, aparece en la lista de nominados a la mejor interpretación masculina. Los cinco aspirantes nunca antes han alzado este premio: Manolo Solo (Cerrar los ojos), Enric Auquer (El maestro que prometió el mar), David Verdaguer, Hovik Keuchkerian (Un amor) y Alberto Amman (Upon Entry).
En la categoría femenina, tan solo Patricia López Arnaiz y Laia Costa (Un amor) repetirían galardón, mientras que Malena Alterio (Que nadie duerma), María Vázquez (Matria) y Carolina Yuste se estrenarían. En cualquier caso, las categorías interpretativas son el reflejo de una sociedad cada vez más diversa e integradora, en especial en las categorías de actuación revelación: las raíces asiáticas de Julio Hu Chen, Xinji Ye y Yeju Ji de Chinas (Arantxa Echevarría), el actor de género no binario La Dani de Te estoy amando locamente, el streamer con atrofia muscular degenerativa Braineitor de Campeonex (Javier Fesser)…
Un año histórico para la animación
Que la animación no solo es cosa de niños lo sabemos desde hace tiempo, pero nunca antes habían coincidido entre las cinco películas nominadas en este apartado tres trabajos destinados a un público adulto (sin renunciar a los pequeños) tan sólidos y atractivos como Robot Dreams, el emocionante relato de la amistad de un perro antropomórfico y su mascota robot de Pablo Berger –que se ha colado en los Oscar–; Dispararon al pianista, la investigación sobre la desaparición de un músico en el terror de las dictaduras latinoamericanas de los años 70 de Fernando Trueba y Javier Mariscal, y El sueño de la sultana, una bella fábula feminista sobre el viaje de una adolescente a la India de Isabel Herguera. Completan la categoría las infantiles Momias (Juan Jesús García Galocha) y Hanna y los monstruos (Lorena Ares).
La música indie se cuela en la gala
En esta edición, se ha producido también un peculiar matrimonio entre el cine español y cantantes, compositores y bandas de la escena independiente. Eco de Xoel López –el artista anteriormente conocido como Deluxe–, para Amigos hasta la muerte (Javier Veiga); El amor de Andrea de Vetusta Morla y Valeria Castro, para el filme homónimo de Martín Cuenca; Chinas de Marina Herlop, para la película del mismo nombre de Arantxa Echevarría, y Yo solo quiero amor de Rigoberta Bandini, para Te estoy amando locamente... Canciones que han contribuido a elevar la dimensión de las películas, y que se alían con las imágenes con gran sensibilidad.
El prestigio de los cortos
Si en los Goya de 2023 venció en la categoría de mejor cortometraje de ficción uno de los trabajos más inteligentes, emocionantes y singulares del cine español reciente, Arquitectura emocional 1959, de Elías León Siminiani, este año la categoría adquiere relevancia por la presencia de Carla Simón, Premio Nacional a sus 37 años y Oso de Oro por Alcarràs, con Carta a mi madre para mi hijo, donde hibrida el diario, la memoria y la ficción para contarle a su hijo quien fue su abuela, a la que no conocerá, interpretada por Ángela Molina.
En el apartado de cortometraje documental aparece otra galardonada cineasta, Neus Ballús (La plaga, Seis días corrientes), que en Blow! explora el desconocido y misterioso mundo de las ballenas que aparecen durante unas semanas al año en la costa catalana.