Antonio Resines: "España es un país acojonante en todos los sentidos"

Me piden que regrese, de Andrés Trapiello. Magnífico.

¿Cuál es el libro que más le ha ‘autoayudado’?

El Evangelio según San Mateo.

Si no hubiera podido ser actor, ¿qué hubiera querido ser?

Batería de un conjunto de heavy metal, aunque lo podría hacer extensivo a todo tipo de conjuntos musicales. Me hubiese gustado ser músico.

Un acontecimiento histórico que le habría gustado vivir in situ. ¿Por qué?

He vivido varios acontecimientos históricos in situ porque estaba ahí.

Un disco/canción que se ponga en bucle estos días.

Los peces en el río.

¿Cuál es la serie que ha devorado más rápido? ¿Diría, por cierto, que es la mejor que ha visto? ¿O es otra?

Serrines, madera de actor. Es una serie soberbia de Prime Vídeo que ha sido muy bien valorada y que protagonizo junto a Jorge Sanz.

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¿En qué película se quedaría a vivir y en cuál no aguantaría ni un minuto?

Me quedaría a vivir en Love Story (Arthur Hiller, 1970). No aguantaría ni un minuto en El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968).

¿Ha experimentado alguna vez síndrome Stendhal? ¿Ante qué?

Muchas veces. La última vez viendo el cuadro Caballo blanco, de Diego Velázquez, en la Galería de las Colecciones Reales.

No se muerda la lengua, díganos algo que ya no soporte del mundillo cultural.

Los suplementos culturales. Es broma. Del mundillo cultural lo que no soporto es a la gente que se hace pasar por culta y no tiene ni puta idea de nada.

Una obra (disco, libro, obra, banda musical…) sobrevalorada.

Toda la discografía de Queen.

Un placer cultural culpable

No tengo ningún placer cultural culpable. La cultura es estupenda a todos los niveles. Cualquier placer que te produzca la cultura es bueno, no culpable.

¿Cuál es la última exposición a la que ha ido? Impresiones…

La última es la de Javier de Juan en Conde Duque. Me parece una exposición magnífica. De hecho, tengo algún cuadro suyo, me parece un pintor estupendo.

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En Un lío de millones interpreta a un jubilado que vive en la Sierra de Madrid, entregado a la rutina. ¿Le da envidia algo así? ¿Piensa en la jubilación?

Me da mucha envidia. Yo estoy jubilado, pero por el Estatuto del Artista podemos cobrar la pensión de jubilación y trabajar por cuenta ajena, que es lo que yo hago.

Su personaje, Agustín, sufre el síndrome del nido vacío. ¿Lo ha experimentado alguna vez? ¿Cuál es la mejor forma de lidiar con él?

Jamás lo he experimentado. Cuando mi hijo se fue de casa fue algo razonable. No puedo aconsejar sobre esto.

Agustín finge que ha ganado la lotería para reunir a su familia por Navidad. ¿Hasta dónde llegaría usted para lograr el mismo objetivo?

No haría nada por reunir a la familia porque si no les apetece venir conmigo, pues qué le voy a hacer, así es la vida. La suelo celebrar con mi familia y con algún amigo, pero no hago nada por reunirles. Si les apetece, vienen y ya está.

Ha dedicado buena parte de su trayectoria profesional a la comedia. ¿Sabe cuál es su secreto?

Si lo supiese no estaría contestando este cuestionario, estaría en una mansión, forrado completamente. No, en serio, esto es muy difícil. La base es que leyendo el guion te rías, pero encontrar uno bueno, como el de Un lío de millones, es muy complicado.

España es un país…

Acojonante en todos los sentidos.