Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de Cine: "En los Goya hay elementos imprevisibles”
Afronta la gala de Valladolid con una gran excitación y un poco de miedo, deseoso de celebrar el cine español en su noche más importante.
6 febrero, 2024 01:44“2023 ha sido un gran año para mí”, asegura el presidente de la Academia de Cine Fernando Méndez-Leite, que protagonizó el documental La memoria del cine (Moisés Salama) y publicó la novela Fracaso sentimental en la calle 50 (Renacimiento/Los cuatro vientos). Hablamos con él sobre los detalles de los Goyas vallisoletanos, una gala que estará presentada por Los Javis y Ana Belén y en la que se prevé que emerjan temas controvertidos, como la guerra en Gaza o los abusos a mujeres en la industria.
P. ¿Qué sensaciones tienen en la Academia de Cine ante la gala?
R. Una gran excitación y un poquito de miedo por el trabajo que supone organizar una fiesta representativa del cine español del año y que, además, sea un buen espectáculo televisivo.
P. ¿Cuál es la clave para que funcione?
R. Realmente, hay elementos imprevisibles. La gala no depende estrictamente de un guion, sino de quienes ganen los premios. Eso puede hacer que varíe de tono y de estilo.
['Creatura' y 'Saben aquell' triunfan en unos Premios Gaudi muy repartidos y reivindicativos]
P. ¿Por qué tiene sentido que los Goya desembarquen en Valladolid?
R. Valladolid es una ciudad muy cinematográfica que acoge desde los 50 la Seminci, con un publico fiel e implicado que ha ido creciendo con ella, y que desde los 60 cuenta con la cátedra de Historia y Estética de la Cinematografía.
P. En junio hubo un cambio en la alcaldía. ¿Cómo lo vivieron?
R. Ha habido un gran entendimiento con el hoy ministro Óscar Puente y con el actual alcalde del PP José Julio Carnero. Ambos entendían que la gala era importante y que no podían jugar a la política con ella.
P. Tal y como está el mundo, ¿cree que puede politizarse la gala como en alguna otra sonada edición?
R. Desde la Academia defendemos la neutralidad, pero somos conscientes de lo que está ocurriendo en Gaza, en Ucrania y en tantos países con regímenes dictatoriales, que creo que trasciende la política de partidos. Es angustioso, y no descarto que haya alusiones en la gala. Otra cosa es que se convierta en un acto político, lo que no es sino una entrega de premios.
P. ¿Qué aporta la itinerancia de la gala?
R. Una mayor difusión y diversidad. Además, sirve a la Academia para autofinanciarse y para tener una economía saneada. Ya está firmada la próxima edición en Granada y tenemos ofertas hasta para cuando sea presidenta Carolina Yuste allá por el 2050.
P. ¿Qué podemos esperar de los presentadores, los Javis y Ana Belén?
R. Pues que hagan un buen trabajo, algo en lo que confío. Están felices de colaborar porque se admiran. Pero no se trata de que hagan algo especial, sino que presenten una gala. Esa es la esencia, lo demás son adornos.
P. ¿Eso fue lo que aprendió cuando le tocó dirigir la gala de 2006?
R. Aunque no sea políticamente correcto decirlo, la experiencia fue una auténtica pesadilla para mí, uno de los trabajos más frustrantes de mi vida. Pero de todo hay: recuerdo galas estupendas y galas que no me gustaron nada. Tampoco estoy obligado a que me guste exactamente lo que ocurra en Valladolid. El año pasado, en cambio, quedé muy satisfecho.
P. ¿Qué significa para los Goya poder contar con una leyenda como Erice?
R. Es muy emocionante verle volver después de tanto tiempo. El espíritu de la colmena fue la película más novedosa del cine español desde Vida en sombras de Llobet-Gràcia. Fue toda una revelación, un trabajo personal, creativo, novedoso. Y Cerrar los ojos es un filme precioso.
P. ¿Qué opina de los datos de asistencia a salas de 2023?
R. La pandemia ha sido tremenda para los cines, muy dañina, igual que para tantas otras cosas. La situación está mejorando, pero lentamente. Es necesario hacer una campaña para que la gente vuelva a las salas, porque ahí sigue estando el negocio.
P. En mayo hará dos años al frente de la Academia. ¿Cómo lo valora?
R. Me siento orgulloso de haberme presentado porque tenía dudas, sobre todo por mi edad y por pensar que mi mundo de cine, por suerte o por desgracia, pasó ya hace tiempo. Pero luego me he dado cuenta de que no era así y ha sido estupendo recibir el apoyo de mis compañeros jóvenes.
P. ¿Es un trabajo absorbente?
R. La Academia realiza una actividad febril y para mí no es un trabajo honorífico, como podría pensarse. Hay mucho que hacer, pero cuento con un equipo técnico que funciona muy bien, gente muy competente.