La gala de los Oscar, que arranca a la una de la madrugada del domingo al lunes, refleja lo que ha sido 2023 en el cine mundial, empezando por ese ‘Barbenheimer’ que arrasó en la taquilla mundial a finales de julio: Oppenheimer (13 nominaciones), de Christopher Nolan, y Barbie (8), de Greta Gerwig, llegaban a las salas al mismo tiempo y, gracias a las redes sociales, se ponía de moda hacer una sesión doble con ambas películas.

De Hollywood, además de estos dos filmes, aparecen entre las nominadas a la mejor película Los asesinos de la luna, donde el maestro Martin Scorsese sigue construyendo la historia de violencia de EE.UU., y los últimos trabajos de tres cineastas asentados en la industria y con gran personalidad: Pobres criaturas, el León de Oro de Venecia del griego Yorgos Lanthimos; Los que se quedan, de Alexander Payne, y Maestro, de Bradley Cooper.

Además, el cine indie norteamericano, de donde han salido los dos últimos Oscar a la mejor película -CODA (Siân Heder, 2021) y Todo a la vez en todas partes (Daniel Scheinert y Dan Kwan, 2022)-, volverá a colarse en los Premios de la Academia de Hollywood con dos sólidas propuestas: la romántica Vidas pasadas, de Celine Song, y la satírica American Fiction, de Cord Jefferson.

Por último, el cine de autor europeo vuelve a acaparar los focos con la francesa Anatomía de una caída, con la que Justine Triet levantó la Palma de Oro de Cannes, y la impactante La zona de interés, con la que el británico Jonathan Glazer ha abordado el Holocausto.

Una edición de los Oscar que incluye desde megalómanas superproducciones a humildes proyectos independientes, que va de la solemnidad del drama a la comedia negra y la satira, en donde encontramos romanticismo y cruda violencia, reconstrucciones del pasado y mundos fantásticos… Una gala que, sobre todo, reivindica el gran año de cine que fue 2023.

Oppenheimer, de Christopher Nolan (13 nominaciones)

Cillian Murphy en 'Oppenheimer'

Nolan es el gran favorito para ganar el Oscar a la mejor película con Oppenheimer, después de triunfar en los Globos de Oro, los BAFTA y en los Critics Choice Awards. Pero hay que tener en cuenta que hasta ahora el británico ha estado negado en los Premios de la Academia de Hollywood: sus películas han recibido 49 nominaciones y 11 estatuillas, pero ninguna ha ido a parar directamente a sus manos, a pesar de ejercer de productor, director y guionista en la mayoría de ellas. Sin embargo, es cuestión de tiempo que Nolan, uno de los principales activos de la industria cinematográfica, acabe rompiendo el maleficio.

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La ocasión es ideal, ya que Oppenheimer tiene muchos de esos elementos que suelen seducir a los académicos: es un biopic sobre una figura clave del siglo XX, con una puesta en escena espectacular que contrasta con el intimismo del relato, un reparto impresionante (Cillian Murphy, Robert Downey Jr., Emily Blunt, Florence Pugh, Matt Damon, Josh Harnett, Jason Clarke…), un metraje de 180 minutos…

“Nolan, el rey de la ambivalencia tanto como del blockbuster de autor, construye con Oppenheimer una obra tensada sobre las dialécticas del intimismo y el espectáculo, la complejidad narrativa y la simplicidad dicotómica, el rigor histórico y la desmemoria”, apuntaba el crítico Manu Yáñez en El Cultural. “Inspirado por el espíritu de preservación de un Hollywood capaz de seguir produciendo cine para adultos, Nolan vuelve a demostrar con Oppenheimer su capacidad para confeccionar películas abrumadoras, en esta ocasión sirviéndose en primera instancia de la fuerza de la palabra”.

Pobres criaturas, de Yorgos Lanthimos (11 nominaciones)

Emma Stone en 'Pobres criaturas'

La trayectoria de Pobres criaturas arrancó con la conquista del León de Oro en Venecia y, posteriormente, ha levantado importantes premios, como el Globo de Oro a la mejor película en la categoría de comedia o los múltiples galardones que ha recibido su protagonista, Emma Stone, que parte con ventaja en su categoría.

El nuevo filme del griego Yorgos Lanthimos es una relectura en clave feminista del Frankenstein de Mary Shelley, construido a partir de una novela de Alasdair Gray. Como en filmes previos como Canino (2009) o Langosta (2015), el cineasta sigue cuestionando los dogmas que rigen nuestro mundo, ahora construyendo un fantástico universo retro-futurista en el que deambula la lujuriosa heroína Bella Baxter, interpretada por una inconmensurable Emma Stone, una mujer en la que se combina la inocencia de niña y el vigor de una superviviente.

“Es como si el cine de Kubrick se hermanara con el de Federico Fellini –en particular, Y la nave va (1983)– para embestir contra una realidad colmada de ignorancia”, escribía Manu Yañez en El Cultural. “Así, danzando entre oscuros objetos de deseo, Pobres criaturas pone la realidad del mundo frente a un espejo deformante y entrega las riendas de la función a una pletórica troupe de seres marginados, bichos raros embrujados por el fantasma de la libertad”.

Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese (10 nominaciones)

Leonardo DiCaprio y Emma Stone en 'Pobres criaturas'

Martin Scorsese, a sus 81 años, no abandona su empeño de mostrarnos el lado oscuro de la historia de Estados Unidos, una historia marcada por el crimen y la violencia. Es lo que se desata en Los asesinos de la luna, escrito por él mismo junto a Eric Roth a partir de un best-seller de David Grann, que ha logrado 10 nominaciones a los Oscar.

Protagonizada por Leonardo DiCaprio, Robert DeNiro y Lily Gladstone -el gran descubrimiento de la película y con opciones de arrebatarle el Oscar a la mejor actriz a Emma Stone-, la película nos sitúa en la Oklahoma de la década de 1920 para descubrir los asesinatos de varios miembros de la nación indígena Osage, la tribu de nativos americanos del Medio Oeste que se enriqueció tras el descubrimiento de inmensos yacimientos de petróleo en sus tierras. En un momento dado, esta comunidad era la más rica del planeta en renta per cápita, como ilustra el prólogo del filme.

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“Ha tenido Scorsese que cruzar la edad octogenaria para filmar su primer wéstern”, opinaba el crítico Carlos Reviriego en El Cultural. “No lo es en el sentido convencional, pero ni el noir, ni la épica histórica, ni el turbio melodrama (aunque de todo ello se alimenta la película), se acercan con tanta precisión al espíritu de Los asesinos de la luna como lo hace el wéstern”.

Barbie, de Greta Gerwig (8 nominaciones)

Margot Robbie, en 'Barbie'

Los fans del filme que ha llevado a la célebre muñeca de Mattel a la gran pantalla tenían grandes esperanzas con las opciones Barbie de cara a los Oscar, pero estas se rebajaron drásticamente tras el anuncio de las nominaciones: tanto la directora Greta Gerwig como la protagonista Margot Robbie no se lograron colar entre las cinco candidatas en sus respectivas categorías, lo que rebajaba las opciones de conquistar el gran premio de la noche.

En cualquier caso, Barbie se presenta como una impecable estrategia de márkéting para resignificar el legado de la muñeca, que ha recibido a lo largo de los años críticas por promover una imagen poco realista de la fisionomía femenina, por sexismo y por difundir un materialismo exacerbado, adaptándola así a los nuevos tiempos.

Por su parte, Gerwig y Noah Baumbach, autores del guion, narran en el filme como una de las muñecas del fantástico universo de Barbieland es expulsada al mundo real por no ser lo suficientemente perfecta. El resultado es una divertida y excéntrica aventura, en donde brilla tanto la comedia como los números musicales inspirados en películas películas como Las zapatillas rojas (1948) y A vida o muerte (1946), de Michael Powell y Emeric Pressburger, y El cielo puede esperar (1948), de Warren Beatty y Buck Henry.

Maestro, de Bradley Cooper (7 nominaciones)

Carey Mulligan y Bradley Cooper, en 'Maestro'

Otro de esos biopics que, como Oppenheimer, suele seducir a los académicos. Se trata del segundo trabajo como director de Bradley Cooper después de Ha nacido una estrella (2018), y además, protesis de nariz mediante, él mismo se reserva el papel protagonista. La película narra la historia del legendario compositor Leonard Bernstein, autor de la música de West Side Story o de La ley del silencio, e incide en su relación sentimental con Felicia Montealegre (Carey Mulligan).

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La película transcurre en dos tiempos: por un lado, los años 40, rodados en un romántico blanco y negro, donde vemos el inicio del romance y la llegada de Bernstein al estrellato tras debutar como director de la Orquesta Sinfónica de Nueva York. La película después salta a los 70, donde Cooper adopta el estilo del Nuevo Hollywood, para mostrar la plenitud artística del compositor. En uno y otro, el director no nos hurta el lado oscuro del protagonista, sus adicciones e infidelidades.

“Así, entre la filigrana escénica, la memoria cinéfila y el virtuosismo actoral, Maestro consolida a su autor como una figura esencial del Hollywood contemporáneo”, puntualizaba Manu Yáñez sobre la película en El Cultural.

Los que se quedan, de Alexander Payne (5 nominaciones)

Dominic Sessa y Paul Giamatti, en 'Los que se quedan'

Los que se quedan sigue a un profesor cascarrabias (Paul Giamatti) de un prestigioso colegio americano que se ve obligado a permanecer en el campus durante las vacaciones de Navidad para velar por un puñado de estudiantes que no tienen a dónde ir. Contra todo pronóstico, la convivencia le llevará a forjar un insólito vínculo con uno de ellos, un inteligente y problemático muchacho con sus propios traumas (Dominic Sessa, debutando en la gran pantalla), y con la jefa de cocina de la escuela, que acaba de perder un hijo en Vietnam (Da’Vine Joy Randolph).

Desde el primer fotograma del filme, los espectadores viajan a la década de 1970. Los chasquidos y silbidos de la pista de sonido, los colores deslavados y el grafismo de los créditos... Elementos familiares para quienes fueron al cine antes de la era digital. Pero lo más destacable es que Payne crea una película que supone una vuelta al pasado no solo porque esté ambientada en 1970, sino porque se ha rodado como en 1970.

“Los que se quedan nos invita a ser testigos de cómo crece el afecto y la admiración de tres personajes memorables cuyas vidas, como en todo el cine de Payne, se deciden en los mecanismos emocionales de una encrucijada”, apuntaba Carlos Reviriego en El Cultural.

Anatomía de una caída, de Justine Triet (5 nominaciones)

Sandra Hüller, en 'Anatomía de una caída'

Ganadora de la Palma de Oro de Cannes, la nueva película de la francesa Justine Triet ha logrado 5 nominaciones a los Oscar, y podría haber sido una más (y casi una estatuilla asegurada) si Francia hubiese decidido enviarla para competir en la categoría de mejor película internacional. Sin embargo, se decantaron por A fuego lento, de Tran Anh Hung, que ni siquiera entró entre las 5 candidatas finales al premio.

La película sigue los pasos de una mujer acusada de haber asesinado a su marido, muerto en extrañas circunstancias. Tras su fachada de riguroso drama judicial, el filme esconde una encendida denuncia del sesgo heteropatriarcal que opera en la sala de máquinas de la vida en sociedad y abraza el true crime para explorar la naturaleza impenetrable de la verdad.

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“En términos formales, Anatomía de una caída presenta una fuerte coherencia entre fondo y forma, en cuanto que Triet, para dar cabida a sus numerosos intereses, emplea una estrategia escénica tan sorprendente como eficaz, consistente en atacar cada situación desde las perspectivas posibles”, escribía Manu Yáñez sobre el filme.

American Fiction, de Cord Jefferson (5 nominaciones)

Jeffrey Wright en 'American Fiction'

Acaba de estrenarse en España, donde ha ido a parar directamente a Prime Video sin previo paso por las salas de cine, pero esto no debería llevarnos a engaño: American Fiction es una de las películas más inteligentes del año y bien hubiera merecido pasar por la pantalla grande.

Adaptación de una novela de Percival Everett, la primera película de Cord Jefferson -cineasta curtido en series como Watchmen o The Good Place- es una sátira sobre la cultura woke, sobre lo que significa ser negro en EE.UU. y sobre las fallas del negocio editorial.

La película sigue a un novelista frustrado (interpretado por un inmenso Jeffrey Wright) que, harto de que las clases dirigentes se lucren a costa del entretenimiento “negro” que recurre a clichés ofensivos, decide escribir con seudónimo un estrafalario libro que adopte esos mismo cliches como burla del sistema y, para su desconcierto, acabará convirtiéndose en un fenómeno de ventas.

“American Fiction no solo trata sobre las cuitas literarias para sacar gasolina a costa de lo woke, también presenta un retrato de una familia negra de clase media-alta”, opinaba Juan Sardá en El Cultural. "Conocemos al cascarrabias Monk, incapaz de disfrutar la vida, pero también a su madre enferma de Alzheimer, a su hermana recién divorciada, a su hermano gay “armarizado” durante muchos años y a su inesperada novia, que pondrá las cosas en su sitio".

La zona de interés, de Jonathan Glazer (5 nominaciones)

Un momento de 'La zona de interés', de Jonathan Glazer

Es la película que le puede quitar el Óscar a la mejor película internacional a La sociedad de la nieve del español J. A. Bayona. La razón es que es habitual que cuando una producción aparece en los apartados de mejor película y mejor película internacional, acabé llevándose la estatuilla en la segunda categoría. Ha ocurrido en los últimos años con Sin novedad en el frente (2022), Drive my Car (2021), Parásitos (2019), Roma (2018), Amor (2012)... Además, el trabajo de Jonathan Glazer ha acumulado otras tres nominaciones: mejor dirección y mejor guion adaptado para el propio Glazer y mejor sonido.

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La película, que adapta de manera muy libre la novela homónima de Martin Amis, recurre a la estética de la telerrealidad y al fuera de campo sonoro para estudiar el día a día de la familia del comandante de Auschwitz Rudolf Höss e invocar el terror del campo de concentración sin atravesar sus muros.

En palabras del crítico de El Cultural Manu Yáñez “La zona de interés puede verse como una réplica crítica a filmes tan célebres como La lista de Schindler (1993) o El hijo de Saúl (2015), obras que abordaban la crónica del Holocausto a través del sentimiento y el suspense, respectivamente. De espaldas a la emotividad, Glazer elabora una pintura negra reticente a mostrar empatía hacia los verdugos”.

Vidas pasadas, de Celine Song (2 nominaciones)

Una imagen de 'Vidas pasadas'

Considerada por muchos “la película más bonita y más romántica del año”, es sin duda uno de los mayores éxitos de la temporada gracias a un exquisito boca a oreja que ha atraído a más de 200.000 espectadores a los cines españoles.

La película se basa en algunos episodios de las propias vivencias de la directora Celine Song para contar la desgarradora historia de amor de Nora (Greta Lee) y Hae Sung (Yoo Tae-o), dos amigos de la infancia cuyas vidas se separaron cuando tenían 10 años y Nora emigró a Canadá. Muchos años después, y gracias a las redes sociales, los dos amigos se reencuentran para descubrir que tal vez había entre ambos una historia de amor pendiente que ahora podría consumarse.

La película es un tríptico desarrollado a través de dos décadas en el que se pregunta por las cuestiones más elementales de la vida: el amor, el destino y el pasado. “No resulta fácil contar esta historia sin deslizarse por el sentimentalismo y la nostalgia estéril, sin recurrir a los énfasis lacrimógenos del género”, escribía Carlos Reviriego cuando se estrenó el filme en la sección oficial de la Berlinale. “Song logra sortear todos esos riesgos con elegancia y minimalismo expresivo, hasta conseguir que un mero paralelismo con los horizontes de rascacielos de Seúl y Nueva York encierre más emoción que las palabras que nunca se dicen, los anhelos y las emociones que no expresan abiertamente”.