'Bird', el cine social de Andrea Arnold alza el vuelo hacia el fantástico
- La cineasta británica estrena un clásico relato de iniciación en el que alcanza verdad y emoción gracias a su eléctrico estilo.
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“¿Es demasiado real para ti?”, canta el inefable Bug (Barry Keoghan) sobre la voz de Grian Chatten de los Fontaines D. C., que suenan a todo trapo en el reproductor de su patinete eléctrico mientras circula por los suburbios de una población del norte de Kent, con su hija de 12 años, Bayle (Nykiya Adams), de paquete.
Ese verso de la banda irlandesa de post-punk parece justificar las fugas desde el realismo social al mágico en momentos puntuales de Bird, en especial en su clímax. Desde luego, la miseria y la violencia de este entorno de exclusión social parecen demasiado reales para la joven Bayle, y puede que también para un espectador que atiende a escenas descorazonadoras durante buena parte del filme.
Quizá entregarse a la fantasía sea la única manera que tiene la protagonista de lidiar con los aspectos más oscuros de su vida, y no podemos culparla, a pesar de que esta vertiente del filme haya sido lo más discutido tras su estreno en el Festival de Cannes.
En cualquier caso, no diríamos que Andrea Arnold se entregue a un ejercicio de explotación de las miserias, al que nos han acostumbrado otros cineastas británicos dedicados al cine social, a pesar de que el paisaje sea en muchas ocasiones sobrecogedor: jardines repletos de basura en donde brotan las malas hierbas, niños saltando sobre colchones mugrientos, trastos viejos apilados en la acera de cualquier manera…
Como fondo temático, Arnold plantea el abandono de cualquier tipo de responsabilidad de los padres con sus vástagos. Es sangrante el caso de los tres pequeños hermanastros de Bayle, que viven entre la dejadez hedonista de la madre que comparten y la violencia salvaje de su padrastro, algo a lo que ella intentará poner solución. Y como contrapunto, bandas callejeras de adolescentes que se toman la justicia por su mano.
La directora británica, sin embargo, se mueve en las aguas del clásico relato de iniciación, mostrando siempre confianza en la fortaleza de su protagonista para superar sus limitaciones.
Durante la semana en la que transcurre el filme, Bayle no solo se enfrenta a su primera menstruación, al repentino matrimonio de su padre o a sentirse deseada por primera vez, acontecimientos que cambiarán de manera sustancial su vida. Con su particular estilo, cámara en mano que sigue siempre de cerca a su protagonista y montaje acelerado, y el magnético trabajo de Nykiya Adams, la directora extrae verdad y emoción en muchos momentos del filme.
También hay que destacar el buen uso que hace en varias secuencias de la música, que oscila entre la banda sonora compuesta ex profeso por Burial a las canciones de bandas como Blur, los ya mencionados Fontaines D. C., The Verve o Sleaford Mods.
Además, Bird nos depara dos de los personajes más entrañables del curso: ese sensible hombre pájaro interpretado por Franz Rogowski y el alocado e irresponsable padre interpretado por Keoghan, de buen corazón, cuyo chanchullo nº 1.072 consiste en extraer las babas de un sapo alucinógeno que acaba de adquirir para pagar su inminente enlace matrimonial.
Bird
Dirección y guion: Andrea Arnold.
Intérpretes: Nykiya Adams, Barry Keoghan, Franz Rogowski, Jasmine Jobson,
James Nelson-Joyce, Jason Buda, Frankie Box.
Año: 2024.
Estreno: 29 de noviembre