Pam & Tommy
Creador: Robert Siegel, DV DeVincentis. Intérpretes: Lily James, Sebastian Stan, Seth Rogen. Productora: Annapurna Pictures / Limelight / Point Grey Pictures. EE.UU., 2022. Plataforma: Disney Plus. Estreno: 2 de febrero.
En un gesto audaz, Robert Siegel y DV DeVincentis han querido apartarse de las, por otra parte, brillantes reconstrucciones a las que Ryan Murphy nos tiene acostumbrados en la saga American Crime Story. Y es que la famosa historia que rodeó la difusión del vídeo doméstico en el que Pamela Anderson (Lily James) y Tommy Lee (Sebastian Stan) daban rienda suelta a su pasión adquiere la forma de una comedia gonzo que, no obstante, se va domesticando a medida que la trama avanza.
Si el primer episodio, que recuerda a títulos de los hermanos Coen, se ocupa del robo de la cinta y está narrado desde el punto de vista de Rand Gauthier (Seth Rogen), un contratista despechado tras haber sido despedido por Tommy Lee; el segundo se ocupa del fulgurante romance de la pareja apelando a una estética huracanada, propia de una relación surgida al calor del tequila y las drogas sintéticas (todo es luminoso, desaforado, extático). A partir de ahí, la serie irá intercalando las dos perspectivas y el erótico suceso no será más que una coartada para explorar ese punto en el que la irrupción de internet, la intimidad y la condición de personaje público se cruzan.
¿Quién es Anna?
Creador: Shonda Rhimes. Intérpretes: Julia Garner, Anna Chlumsky, Jennifer Esposito, Laverne Cox. Productora: ShondaLand. Estados Unidos, 2022. Plataforma: Netflix. Estreno: 11 de febrero.
La jet set neoyorquina empezó a conocer a Anna Delvey en 2013. Sobre todo, empezó a verla. Se presentó en la Gran Manzana como la heredera alemana de una fortuna millonaria. Se alojaba en hoteles de lujo, no se perdía ningún evento y pretendía abrir un centro de arte contemporáneo, para lo que necesitaba 40 millones de dólares. Hizo de su cuenta de Instagram un cuaderno de bitácora en el que registraba cada aparición, cada encuentro con un famoso, cada cita con un potencial inversor. En ese diario digital aparecen algunas de las personas a las que estafó, hasta que en 2017 la farsa tocó a su fin y todo el mundo descubrió que, en realidad, Delvey se apellidaba Sorokin y era hija de emigrantes rusos radicados en Alemania.
Netflix le compró los derechos de su historia en pleno proceso judicial y la ha convertido en uno de los estrenos estelares de este 2022. Tanto que el proyecto ha caído en manos de Shonda Rhimes, la showrunner estrella del gigante del streaming, quien ha contado con Julia Garner (The Assistant, Ozark) para interpretar a Delvey/Sorokin y con Anna Chlumsky (Veep) para encarnar a una versión libre de Jessica Pressler, la periodista que destapó el caso.
Operación Marea Negra
Creador: Daniel Calparsoro. Intérpretes: Álex González, Nuno Lopes, Nerea Barros. Productora: Ficción Producciones / Ukbar Filmes / TVG / RTPA / ETB. España / Portugal, 2022. Plataforma: Prime Video. Estreno: 25 de febrero.
El periodista Javier Romero detalló en La Voz de Galicia la pírrica odisea del primer narcosubmarino que cruzó el Atlántico con tres toneladas de cocaína en su interior y que acabó hundido frente a la costa de Cangas de O Morrazo. Sus investigaciones cristalizaron en el libro Operación Marea Negra, ahora convertido por los guionistas Natxo López (Perdida) y Patxi Amezcua (Desaparecidos) en una vibrante miniserie de cuatro episodios. Nando (Álex González), un boxeador amateur que trabaja como vigilante de seguridad y como pescador, terminará como improvisado piloto de un sumergible artesanal que habrá de completar una travesía imposible.
Esta producción para Prime Video se aleja de las últimas aproximaciones al submundo del narcotráfico gallego –no es tan meticulosa como Fariña (Ramón Campos, 2018) y elimina los apuntes melodramáticos de Vivir sin permiso (Aitor Gabilondo, 2018-2020)– para situarse en la línea de las últimas películas dirigidas por Daniel Calparsoro (de Combustión a Hasta el cielo), encargado de fijar el tono y el look visual de una serie en la que la acción y la intensidad siempre están por encima de la dramaturgia.