Image: Vera anuncia que producirá La costa de Utopía, de Stoppard, para su adiós al CDN

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Escenarios

Vera anuncia que producirá La costa de Utopía, de Stoppard, para su adiós al CDN

El autor británico ha presentado la versión española de la obra en Madrid, un texto que Gerardo Vera llevará a escena en la temporada 2011-12

3 febrero, 2010 01:00

Tom Stoppard durante su visita a Madrid

Hoy el teatro María Guerrero de Madrid abrió sus puertas por la mañana para recibir a Tom Stoppard, posiblemente el autor de teatro vivo de más prestigio, de quien se representa en Madrid su obra Real Thing (Realidad) y del que se acaba de editar en español su trilogía La costa de utopía, un ambicioso relato dramático de los prerrevolucionarios rusos en sus idas y venidas por el continente europeo. Gerardo Vera aprovechó la presentación para anunciar que llevará a escena esta pieza en la temporada 2011-12, última de su mandato como director del CDN.

La noticia tiene mucho de gran acontecimiento. La obra fue estrenada en Londres, y luego se ha escenificado en Nueva York, Moscú y Japón, y a pesar de que dura nueve horas (son en realidad tres obras: Viaje, Naufragio y Rescate), allí donde se ha representado ha despertado gran interés y expectación. Su escenificación requiere de un gran un elenco, una cuarentena de actores.

Para el crítico Marcos Ordóñez, quien ofició en el acto como presentador, la obra "es una gran lección de historia, de vida y de teatro", poblada de personajes entusiasmados por las ideas del socialismo utópico y del idealismo alemán, pero personajes de carne y hueso, con emociones y pasiones por vivir. Stoppard, sin embargo, advirtió de que "no son ocho horas de teatro filosófico, es un mundo de gente que tanto en la política como en el amor vive lo mejor que puede. Es una sociedad muy rica, donde intentan vivir de la mejor manera, aunque siempre fracasan. Todo funciona como una comedia".

Perdón por ser actor

Stoppard explicó que comenzó a escribir la obra cuando el comunismo anunciaba su fin y la acabó cuando éste ya había caído. El estreno también estuvo precedido por grandes acontecimientos: los atentados a las torres gemelas. Entonces, dijo, tuvo la impresión de que nadie se interesaría por el arte, pero afortunadamente, "no hemos tenido que pedir perdón por la cultura". Y a continuación contó una anécdota de Osbone, copiada a su vez de Piscator, que sucede en una trinchera mientras caen bombas; un soldado le dice al otro: ¿A qué te dedicabas antes de la guerra?. Yo era actor, contesta avergonzado. La anécdota le sirvió a Stoppard para preguntarse para qué sirve el arte y concluyó:"nadie defendería una sociedada sin cualquier forma de Arte".

Hubo también lacónicos comentarios sobre el papel de los intelectuales: "En realidad, en política, las cuestiones difíciles se reducen a problemas morales", problemas que, en su opinión, "son absolutamente claras y transparentes para los niños". Y hablando de niños, añadió: "Lo peor que le puede pasar al teatro contemporáneo es que se les diga a los niños que lo que van a ver es bueno y les va a sentar muy bien".