El castigo sin venganza es considerada la obra cumbre de la variada e ingente producción dramática del genio del barroco español. En ella, Lope de Vega nos muestra el soberbio catálogo de técnica, intuición teatral y gracia poética que acumuló a lo largo de su extensa vida profesional y que, finalmente, puso al servicio de una función de gran belleza formal donde los actores han de enfrentarse a las emociones más recónditas de la condición humana.



El conflicto principal radica en el siguiente dilema: ¿cómo se ha de actuar cuando lo que uno desea hacer se opone radicalmente a lo que cree que debe hacer? En la obra no hay ni buenos ni malos: nos encontramos con una situación dramática en la que todos los personajes tratan de hacer lo que creen que es correcto y, sin embargo, no logran impedir la tragedia.



Para este montaje, la joven compañía Rakatá (desde hace más de ocho años dedicada a la difusión de textos del Siglo de Oro) ha contado con la participación de Ernesto Arias -actor de sólida carrera teatral y con un gran conocimiento del verso español- como director del montaje. Arias viene acompañado de dos jóvenes pero experimentados talentos de la escena: Joaquín Yver y Simon Breden. Asimismo, en los ensayos han contado con la asesoría del actor inglés Will Keen (para los actores más fancy de nuestro país todo un gurú de la interpretación).