Image: Mérida, la cruz de Blanca Portillo

Image: Mérida, la cruz de Blanca Portillo

Escenarios

Mérida, la cruz de Blanca Portillo

La actriz anuncia que dejará la dirección del Festival extremeño de teatro clásico

29 julio, 2011 02:00

Blanca Portillo

No ha sido un camino de rosas el que Blanca Portillo ha seguido desde que fue nombrada en noviembre directora del Festival de Mérida. Un camino que empezó improvisando sin tiempo material una programación de reducido presupuesto. Finalmente, la actriz y Chusa Martín, directora también del festival, han transmitido su intención de no seguir al mando de la cita extremeña una vez que se baje definitivamente el telón el 28 de agosto, aunque de momento han dedicido seguir con su agenda como si nada pasara y lejos de hacer una declaración al respecto, Portillo viaja a Madrid para trabajar en los ensayos de Antígona.

Al parecer su decisión no se debe a la polémica por la retirada de la fotografía del actor Asier Etxeandía caracterizado de Jesucristo, desnudo y con una cruz cubriendo sus genitales. La dirección optaba ayer por retirar la imagen, que formaba parte de la exposición Camerinos, tras recibir varias quejas por correo electrónico de ciudadanos que consideraban la imagen una ofensa contra la sensibilidad cristiana. Las razones de la dimisión de Portillo y Chusa parecen deberse más a sus disensiones con el nuevo Gobierno de la Junta de Extremadura y con la falta de medios para ejercer su labor al frente del Festival.

En una entrevista publicada en El Cultural el pasado 1 de julio la actriz pedía más independencia de los poderes políticos aunque se mostraba consciente de lo que estos podían condicionar su labor: "No decides tú sola, lo que planteas lo tienen que aprobar otros. Por fuerza tienes que dialogar. Tienes que darte cuenta de que eres tú la que llegas a un sitio donde hay una política cultural con unos criterios precisos". Entonces también mostró su inquietud por el cambio de gobierno en la región: "Lo que más me inquieta es el cambio de interlocutor. [...] ¿le interesará el teatro o sólo el beneficio económico que produce?, ¿le gustará nuestra propuesta? Afortunadamente, el contrato es por un año y si cuando acabe esta edición no nos interesa seguir, nos vamos." Dicho y hecho, la actriz no espera a que se cumpla el año de contrato, entre otras cosas, para que su sustituto disponga de más tiempo para preparar la próxima edición y "no tenga que pasar por lo que hemos pasado nosotras para hacer la programación, que hemos tenido que hacerla por la vía urgente, pues algún reparto lo hemos completado hace unos días."

Pero fue incluso antes, el pasado 2 de junio, cuando la actriz ya anunció que decidiría su continuidad al frente del Festival de Mérida nada más acabar esta 57ª edición. No ha esperado Portillo a anunciarlo el 28 de agosto, fecha en la que concluye la cita extremeña con el teatro clásico. El 29 de junio la actriz se reunía por primera vez con el nuevo alcalde emeritense Pedro Acedo (PP), y resaltaba el "apoyo absoluto" del ayuntamiento de Mérida al Festival que dirige. Entonces Portillo declaraba sobre los cambios políticos en la región y en el ayuntamiento surgidos tras las elecciones del 22 de mayo, que "el festival es el festival y no debe tener color (político)". "el festival es el festival y no debe tener color (político)". Pero su desencuentro con el nuevo Gobierno de la Junta de Extremadura apunta lo contrario.

Poco después, el 7 de julio, Blanca Portillo tuvo un pequeño encontronazo con la prensa al anunciar que se restringirían las grabaciones y fotografías durante las representaciones. El gremio entonces se quejó de las "intolerables" y "nocivas" condiciones para la cobertura del festival. La actriz reconoció que su "único error" fue no haberlo hecho público antes y dejó en manos del director de la obra elegir "qué escenas quiere que tengan los medios" para "no destripar" la trama.

Finalmente llegó la polémica de la fotografía del Cristo desnudo y, horas más tarde, el anuncio de su dimisión.

La retirada de la foto

La Dirección del Festival de Mérida retiró el 28 de julio la foto de Sergio Parra de la exposición "Camerinos", que ocupa desde el inicio del festival distintos espacios de la ciudad en los que se muestran imágenes de actores mientras se preparan para actuar.

A través de un comunicado Blanca Portillo y Chusa Martín decían haber considerado oportuna la retirada del retrato de Etxeandía, hecho minutos antes de salir a escena en una representación de Infierno, una versión del esloveno Tomaz Pandur, sobre La divina comedia de Dante Allighieri. En el mismo comunicado aclaraban que "en el ánimo del Festival jamás ha estado ni estará la intención de ofender, insultar ni vulnerar los derechos individuales o colectivos de nadie". Y que "el arte es siempre y por encima de todo un espacio de libertad cuyo objetivo nunca es ofender sino mostrar y mover a la reflexión".

En su opinión la foto retirada "simplemente recoge un hecho que estaba sucediendo en el momento en que un actor se estaba preparando para hacer su trabajo, un trabajo a las ordenes de un director de escena que es quien decide cómo se viste y se maquilla el personaje". Portillo y Martín agradecen al artistas Sergio Parra "su colaboración y comprensión" ya que reconocen que retirar una pieza de una exposición "supone romper una línea de trabajo diseñada por el artista, lo cual es siempre una forma de destrucción de un discurso". No obstante, insisten en que "entendiendo todos los seres humanos tenemos legítimos derechos y en base a nuestro profundo respeto a ellos" han procedido a retirar la fotografía. También lamentaron que las personas que no se sienten ofendidas por esa fotografía tengan que verse privadas de su contemplación, ya que, tras una encuesta realizada por el Festival, la Exposición Fotográfica Camerinos goza de la más alta valoración por el 95 por ciento de los encuestados.