Escenarios

La "esclavitud" de nuestra era

'Los emigrados', de Mrozeck, llena la sala Réplika de Madrid

2 diciembre, 2011 01:00

La compañía Réplika ha acertado de lleno. Ha recuperado la obra de Slawomir Mrozek Los emigrados, que representa en su sala de Madrid hasta el 8 de enero. Escrita en 1975, cuando el autor polaco llevaba una década expatriado, es una tragicomedia que se centra en la vida de dos huidos de su país. La obra se estrenó en España un año después, dirigida por Manuel Manzaneque. Después de ese montaje, y a pesar de la grandeza del texto, no volvió a los escenarios nacionales hasta que Ramón Barea la rescató un cuarto de siglo más tarde, sin que desde entonces se haya vuelto a representar.

En ambas ocasiones el montaje estuvo centrado en la literal condición de emigrantes de los dos protagonistas. Ahora Réplika modifica la óptica: "En realidad todos somos emigrantes, lo queramos o no", explica Jaroslaw Bielski, traductor, adaptador y actor de la producción y director de la sala Réplika. Polaco de origen, Bielski llegó a España antes de que los flujos migratorios se invirtieran: "La obra habla de la situación actual en todos los países, de cómo todos nos hemos convertido en esclavos del Nuevo Orden", explica de forma vehemente.

Los emigrados es otro hito en la trayectoria de la compañía de poner en cartel grandes obras de la dramaturgia contemporánea. "Estoy harto de que en la cartelera madrileña sólo haya comedietas y musicales", protesta Bielski. "Tenemos que darle la vuelta a eso, nuestra labor es mostrar lo que ocurre hoy, encontrar textos como el de Mzorek que sean a la vez formativos y divertidos". Cada montaje de Réplika busca modificar el punto de vista de la puesta en escena. La directora Socorro Anadón ha optado por un escenario al que el público rodea por tres de los cuatro lados. "Buscamos una cercanía emocional que meta a los espectadores en el mismo sótano donde malviven los dos personajes y que les haga sentirse esclavos", remacha Bielski, que tiene como compañero de reparto al belga Franks Feys.