PJ Harvey se mantiene fiel a sí misma y al mismo tiempo más madura y refinada

No están todos los que son, pero son todos los que están. Revistas punteras como Paste, Uncut, Mojo, Rolling Stone, NME o el todopoderoso portal de música indie Pitchfork ya han dictado sentencia y estos son los diez álbumes que más aparecen en sus listas. Sin duda, podrían ser otros (apunten lo nuevo de Wilco, The Decemberists, Radiohead, Wild Beasts, My Morning Jacket o The Caretaker) pero hay que quedarse con diez, y estos son. La mayoría están en Spotify y ofrecen un panorama de lo mejor que ha dado cada género, se impone el eclecticismo y lo más destacado va del hip hop con toques soul de Frank Ocean, al rock de PJ Harvey pasando por la electrónica sensible de James Blake o los gorgoritos e Adèle sin olvidar el gran momento que está viviendo el folk de la mano de artistas como Fleet Foxes o Bon Iver. La calidad demuestra que éste ha sido un mal año para la economía pero un buen año para la música. No se puede tener todo.  



PJ Harvey

Let England Shake

  Mejor disco para NME, Uncut, Mojo y ganador del Mercury Prize, PJ Harvey ha regresado a lo grande con uno de sus álbumes más políticos y refinados de su extraordinaria carrera. Manteniendo su espíritu rockero pero en esta ocasión con dosis nuevas de sutilidad e ironía para realizar un demoledor ataque contra la política imperialista del primer mundo. Ella misma lo presentó en España en el último Primavera Sound y fue la consagración de uno de los grandes músicos de la contemporaneidad. Son canciones brutales y bellísimas, en las que se mantiene fiel a sí misma y al mismo tiempo más madura y refinada.  



James Blake

James Blake

  Blake saltó a la palestra en 2010 con una serie de EPs que lo lanzaron rápidamente al estrellato indie. Este año ha aparecido su primer álbum completo titulado con su propio nombre en el que continúa fiel a su electrónica con tintes pop y abstractos que no desdeña ni las ensoñaciones de un profundo lirismo (la omnipresente Limit to your love) ni las rugosidades y encantos de la pura experimentación. Blake seduce con un sonido envolvente de sonidos crepitantes y melodías más sugeridas que subrayadas que lo convierten en la opción ideal para esas largas tardes de invierno en las que queremos dejarnos llevar por la melancolía.



 

Frank Ocean

Nostalgia, Ultra

  Lo mejor que le ha pasado al hip hop este último año se llama Odd Future, y es fantástico. Este colectivo de mcs, la mayoría jovencísimos, de Los Angeles ha revolucionado el panorama con una energía apabullante como hacía tiempo que no se veía. Apunten sus nombres porque ellos son el futuro: Tyler the Creator, Mike G, Mellow Hype o Frank Ocean, al que destacamos, que deslumbra con su primer álbum, Nostalgia, Ultra. Entre la experimentación cercana al pop de Strawberry Swing, el soul futurista de la sensacional Novacane o la melancolía electrónica de There Will be tears hasta llegar a la belleza melódica del cover de Hotel California de American Wedding, escuchándolo queda claro que el hip hop sigue tomando los caminos más insospechados y deslumbrando.  



Tim Hecker

Ravedeath, 1972

La electrónica sigue viva. Tim Hecker es un productor y dj canadiense en activo desde principios de siglo, su penúltimo disco, el muy celebrado Ravedeath, 1972 es quizá el más "complicado" de la lista debido a su utilización de diversas pistas sonoras y sonidos en una paleta experimental que lo acerca a grandes innovadores como John Cale o John Cage. Con precisión y un dominio exquisito de las posibilidades expresivas de las máquinas, Hecker crea un fresco sonoro de sonidos líricos, entrecortados y arrítmicos, algunos perturbadores y otros simplemente bellos, que penetra poco a poco en nuestra sensibilidad y acaba construyendo un particular y misterioso paisaje musical de la vida contemporánea.  



Fleet Foxes

Helplesness Blues

  El folk hace tiempo que es uno de los géneros en alza del panorama actual. Este combo de Seattle, heredero confeso de Bob Dylan o Neil Young, han impresionado este 2011 con un delicado y bellísimo segundo álbum de canciones que parecen un susurro y que conmueven con la sutilidad de unos sonidos que los acercan tanto al folk tradicional como a la sensibilidad indie de la que también son deudores. Son canciones sencillas que no desdeñan cierta experimentación pero que basan su fuerza en unas poderosas guitarras y unas cuidadas melodías que ora rezuman melancolía ora una sosegada esperanza impregnada siempre eso sí, de espíritu bucólico pastoril, que los convierten en una especie de Will Oldham menos rugoso y más pop.



 

Bon Iver

Calgary

Si hay un disco que les gusta a los treintañeros que crecieron musicalmente con el post rock y el brit pop de finales los 90, es éste segundo trabajo del cantautor de Wisconsin Justin Vernon, que ha alcanzado la gloria con su proyecto Bon Iver, en el que conduce el folk hacia una experimentación sutil y exquisita con canciones que ponen los pelos de punta y que destilan tanta melancolía como espiritualidad. Cercano a Grandaddy en sus orquestaciones ampulosas y a Spiritualized en su capacidad para conquistar profundidades abisales que arañan partes dolorosas del alma, Bon Iver es la quintaesencia de ese folk moderno y emocionante que está conquistando a los urbanitas de hoy en día.



 

tUnE-yArDs

whokill

Si Animal Collective nos han enseñado que el pop también puede ser psicodélico, deconstruido y abstracto, tUnE-yArDs nos enseña hasta dónde puede llegar el punk sin desdeñar referencias al rock (Powa) o incluso a los clichés del hip hop (Gangsta). Proyecto en solitario de Merrill Garbus, cantante, compositora y virtuosa de la electrónica, esta chica de New Connecticut demuestra en su segundo álbum un dominio asombroso de los sonidos contemporáneos que lleva a un terreno que oscila entre la reinterpretación catártica, la fiesta enloquecida y una sensibilidad a flor de piel.



 

Metronomy

The English Riviera

  El poder de un buen estribillo sigue siendo grandioso cuando funciona. Y Metronomy nos deparan gloriosos estribillos de aquellos que se quedan clavados en el cerebro y nos persiguen todo el día. Si hay una canción que los aficionados a la buena música han bailado este año hasta la extenuación es The Bay, en la que cristaliza el pop pegadizo y sofisticado de este combo británico que basa en la ironía una propuesta que celebra al mismo tiempo que ironiza sobre los lujos y placeres del glamour entendido a la occidental. El propio título del álbum, The English Riviera, y de uno de los mejores temas del álbum ya indica por donde van los tiros, y es que en Inglaterra, la Riviera es divertida pero también un poco triste.  



The Horrors

Skying

El fenómeno post punk que azotó la música a principios de la década sigue dejando algunos destellos de genialidad en bandas que siguen en activo más o menos fieles a aquellos códigos. The Horrors son un grupo de Londres que ha alcanzado con su tercer disco la cima de un sonido que bebe del punk americano y el Glam pop británico de los 70 para dar un nuevo sentido a unos sonidos que suenan más emocionantes, envolventes y grandiosos que nunca. Skying, como el propio título sugiere, es un álbum ambicioso, épico y crepuscular que apabulla y se convierte en una inmensa experiencia sonora.  



Adèle

21

  Que levante la mano el que sea capaz de escuchar Someone Like You sin emocionarse. Todos los años hay una canción (o no todos los años, por desgracia) que nos pone los pelos de punta y conquista los corazones de millones de personas haciendo valer eso de que el mainstream nunca se equivoca. Si antes fue Sinead O'Connor y su cover de Prince o Amy Winehouse con Rehab, este ha sido el año en que Adèle, una británica blanca con un chorro de voz, ha conquistado ese cetro. A sus 23 años, Adèle tiene la mejor voz aparecida en los últimos meses y si evita cierta tendencia a dejarse llevar por soluciones sencillas, acabará siendo una de las grandes.