Manuel Babiloni.
Manuel Babiloni ofrece hoy en Yokohama y el sábado en Sendai dos conciertos por las víctimas del devastador terremoto coincidiendo con el primer aniversario de la tragedia. Los beneficios irán destinados al cuidado de los niños huérfanos del tsunami.La primera vez que Manuel Babiloni viajó a Japón fue en 1997. Durante más de un mes ofreció conciertos y master class por las ciudades más importantes del país. "Recuerdo con especial cariño mis actuaciones en Osaka, Kioto o Tokio, en el Shinjuku Bunka Center...", cuenta a elcultural.es el guitarrista castellonense. Más allá de los 10.400 kilómetros que separan la cultura española y la japonesa, Babiloni reconoció ya entonces elementos comunes en el temperamento de sus habitantes. "La sociedad japonesa es familiar y acogedora con el extranjero. En eso se parece mucho a la española. Ambas agasajan al invitado y le ofrecen todo lo mejor". Más pronunciada (y menos pronunciable) es la brecha lingüística . "Pero el japonés se esfuerza al máximo por proporcionarte todas las comodidades necesarias hasta hacerte sentir como en casa. Ciertamente, la música es un idioma universal y aquí he podido comprobarlo de hecho".
Después de aquella primera experiencia, Babiloni ha ofrecido regularmente conciertos en los principales auditorios nipones. "Siempre, al término de una gira, han surgido nuevas propuestas para visitar otros lugares y tocar en diferentes zonas". Así ocurrió en 2010. "Estábamos en plena organización de la gira actual cuando sucedió la terrible catástrofe del 11 de marzo pasado. Fueron horas de gran angustia, ya que desde España no podía comunicarme con mis amigos y conocidos japoneses. Desde el primer momento intenté colaborar con proyectos de ayuda desde España. Pero yo soy músico y la manera que tengo de ayudar es ofreciendo mi trabajo".
Su solidaridad con los afectos no tardó en materializarse en dos conciertos benéficos coincidiendo con el primer aniversario de la tragedia: el de esta tarde en Yokohama y el del próximo sábado, 30 de marzo, en Sendai, una de las ciudades más afectadas por el desastre. El dinero se destinará a la fundación japonesa Ashinaga, que se encarga del cuidado de los niños huérfanos del tsunami. "Ha pasado ya un año de la catástrofe y, aunque la televisión se esfuerce por dar una imagen de normalidad, me consta que la población vive en un constante estado de alerta. Y no es para menos. El pasado 14 de marzo sentimos en Yokohama el impacto de un temblor de fuerza 3, que se registró en la zona de Chiva y Narita (en Tokio) con fuerza 5. Estos movimientos se están produciendo continuamente desde hace meses, aunque parece que se han incorporado a la vida cotidiana de la sociedad japonesa. En las calles comerciales se venden mantas de bolsillo, para que no pases frío por si un terremoto te impide volver a tu casa... A pesar de todo el pueblo japonés es luchador por naturaleza y ha unido sus fuerzas para salir adelante y superar esta situación. Y lo conseguirán. No me cabe la menor duda".
Babiloni nunca ha dudado del poder terapéutico de la música. "Es capaz de llegar a los sentimientos más profundos de las personas y puede a dar energía y felicidad interior a la gente, aunque estén viviendo circunstancias muy tristes. Ése es el objetivo de mis conciertos, alcanzar el corazón del público y que pueda afrontar sus dificultades con mayor esperanza". Para la ocasión ha elegido un programa integrado casi en su totalidad por música española (Sor, Tárrega, Granados, Albéniz, Moreno Torroba y Falla) y el estreno de la Sonata Sakura, una pieza que el prestigioso compositor Keigo Fujii le dedicó en 2010, basada en la conocida canción popular japonesa Sakura.
En Japón hay una verdadera pasión por la cultura española, y en especial por la guitarra clásica. "Es un punto de unión entre la cultura japonesa y la española, ya que centenares de profesionales y miles de aficionados japoneses dedican su tiempo a la guitarra clásica y configuran un amplio y variado espectro social de seguidores de la misma. El camino de este gran impacto cultural lo abrieron los grandes guitarristas españoles Andrés Segovia, Narciso Yepes y mi maestro José Luis González, quien fue muy admirado por el público japonés", asegura el música español, que ha sido portada este mes de marzo de la prestigiosa revista japonesa Gendai Guitar. "Las únicas diferencias aparecen en el modo de exteriorizar estos sentimientos. El público japonés tarda más en entrar en calor, pero es más silencioso que el español. A los japoneses les gusta mucho saludar a los artistas después de los conciertos, y se forman verdaderas colas para pedir autógrafos y saludar a los artistas. Con ellos, el concierto nunca acaba con la última nota".