Calixto acude al Festival de Verano del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial con El gran teatro del mundo de Calderón bajo el brazo. Le acompaña, una vez más, el compositor y pianista valenciano Carles Santos, quien se ha encargado de escribir la música para órgano siguiendo las indicaciones que el propio autor dejó en el texto barroco original. Ha querido el director y dramaturgo burgalés que en esta nueva versión del auto sacramental, de entorno a 1635, los personajes terrenales (El Rey, El Rico, El Pobre...) sean papales hablados, la mayor parte en alemán, mientras que los personajes abstractos (esto es, El Autor, el Mundo, La Ley de Gracia) se expresen cantando en castellano. "Mi intención era conseguir reproducir la gran liturgia que contiene la obra y evocar su profundo sentido existencial". De ahí que esta producción de la Barcelona Internacional Teatre sea "cien por ciento calderoniana, toda vez que remite constantemente al pesimismo vital del autor".



En El gran teatro del mundo cada personaje interpreta un papel dentro de la propia obra. "Es algo que todos tenemos asumido, claro que en la vida real no se nos permite ensayar el rol que nos ha tocado, y sólo es posible aprender a base de aciertos y de errores". La obra se estrenó hace unos meses en Friburgo, "donde conocen perfectamente a Calderón a través del gran admirador de su obra que fue Schopenhauer". Según Bieito, "en este cuento filosófico, visionariamente multidisciplinar, se anuncia ya de alguna manera el concepto de Gesamtkunstwerk [obra de arte total] que popularizó más tare Wagner con sus obras".



En el reparto encontramos al tenor catalán Xavier Sabata, a la mezzosoprano Claudia Schneider, habitual en los espectáculos de Carles Santos, y a la soprano eslovaca Jana Havranova, junto a actores de la companñía del Teatro de Friburgo. Para Bieito, el texto de Calderón, con el cual tuvo contacto por primera vez en su etapa escolar en los jesuitas y más tarde en la producción internacional de La vida es sueño con la que se dio a conocer internacionalmente, "es increíblemente hermoso y atemporal". Al respecto de volver a trabajar con Santos tras el éxito reciente de Tirant lo Blanch, asegura que se trata de un espectáculo muy distinto. "Aquello fue una fiesta mediterránea, muy sensual, mientras que el texto de Calderón viene de la España profunda y resulta mucho más severo. Los momentos de humor, que los hay, se intercalan con otros trágicos. En esos contrastes, la música desempeña un papel fundamental". Si eligió a Santos para este proyecto fue "porque a lo largo de su carrera ha escrito todo tipo de partituras. No es sólo uno de los epítomes de la vanguardia musical de los años 60 y 70, también un gran conocedor de las Cantatas de Bach".