Oliver Knussen.

Hasta el 29 de septiembre, obras de otros 45 compositores, entre ellas 15 estrenos mundiales, sonarán en diferentes espacios.

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Es una buena noticia que, en contra de los malos augurios, vaya a celebrarse el Festival de Música Contemporánea de Alicante, que llega a su 28ª edición. Destaca, entre sus numerosas actividades, la presencia el domingo del Birmingham Contemporary Music Group de Oliver Knussen, que estrena en España tres partituras de su cosecha: Autumnal, Ophelia Dances y Ophelia's Last Dance. La actuación de este formidable conjunto se erige en uno de los acontecimientos del Festival y nos permite acercarnos a la relevante figura de su director.

Discípulo de Gunther Schuller y de Elliott Carter, su música destila a veces un sabor curiosamente impresionista. Las composiciones centradas en el personaje de Ofelia están llenas de sutilezas y muestran bien el estilo de este creador británico, que también tiene por maestros -como espejos en los que mirarse- a Stravinski, Berg, Debussy y Britten. Sin olvidar a Messiaen, Ligeti y Maderna, de quien aprendió a dirigir, cuenta a El Cultural, "observándolo durante las horas de ensayo".

Knussen es un perfeccionista que obedece a sus propios métodos de trabajo : "Me fío mucho de mi oído interno e intento hacer lo que me sugiere tan fielmente como puedo", confiesa. "Por supuesto, estoy continuamente comprometido con la realidad. Claro que uno debe tener tiempo para soñar...". La inspiración de Knussen proviene de muy diversas fuentes, antiguas o modernas, porque para él la creación no ha de atenerse a ningún credo o escuela. "No me interesa lo nuevo porque sí. Lo que me atrae es la creación de aquellos que tienen algo intrínsicamente valioso que decir, una visión personal. Lo realmente importante es la aparición de un refrescante punto de vista sobre cosas que han flotado siempre en el aire. Es excitante cuando esto sucede, porque permite que el vocabulario se siga expandiendo".

Knussen compatibiliza desde hace años la doble faceta de director y compositor. Lo que le permite mantener un estrecho vínculo con otros creadores. Algo muy necesario, sobre todo si se lleva la música en los genes. "Procedo de una familia de instrumentistas, por lo que todo me resulta muy natural. Sin embargo, noto que la grieta psicológica entre las dos actividades se va ensanchando a medida que cumplo años, como si dentro de mí vivieran dos personas distintas". Sobre ésta y otras cuestiones podrá disertar en la clase magistral (Creación y técnica de la composición actual) que impartirá el lunes en el Conservatorio de Alicante.

El resto de la programación del Festival tiene también su interés y su miga. A lo largo de 11 conciertos (en seis espacios, como el Auditorio de la Diputación y el Museo de Arte Contemporáneo) se van a ejecutar 57 composiciones de 46 creadores. Habrá 15 estrenos mundiales y 19 en España, intervendrán varias formaciones (con la Orquesta Nacional y la JONDE a la cabeza) y se realizarán mesas redondas, cursos y talleres.

Se van a presentar en primicia absoluta Elegía concertante de Joseba Torre, Tapias de Francisco Coll, Cançons de l'aire de Mercedes Zavala y ...ce silence est dense de César Aliaj (todas ellas encargos específicos del Festival), además de Impromptu de José Sancho, Memorias de Jorge Fernández Guerra, Forbbiden Tonic de José Luis Greco, Septimino de Carles Guinovart, Sinfonía de cámara de Jesús Villa Rojo, Pastoral de Benet Casablancas y Terra Memoria de Kaija Saariaho, entre otras obras de relevancia.