Image: El Real se abona al patrocinio para sobrevivir

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El Real se abona al patrocinio para sobrevivir

Aunque el tijeretazo anunciado por el Gobierno es menor de lo que se esperaba, obligará a un cambio drástico de modelo "pionero en Europa", según Marañón

4 octubre, 2012 02:00

Gregorio Marañón, presidente del Patronato, e Ignacio García-Belenguer, director del Teatro Real. Foto: Javier del Real.


No todos los "treinta y tres" consiguen sacar la sonrisa en las fotos. Desde luego no el 33% de recorte presupuestario anunciado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para la próxima temporada del Teatro Real, donde la noticia no ha sentado nada bien al tándem formado por Ignacio García-Belenguer, director de la casa, y Gregorio Marañón, presidente del Patronato. Pero, lejos de poner mala cara, en la rueda de prensa que han ofrecido esta mañana han posado contentos para la foto y hasta hecho alarde de un inusitado optimismo. Quizá porque el pronóstico inicial, mucho más sangriento, apuntaba a un 50% de tijeretazo. "No me atrevería a hablar de clausura, pero de haberse confirmado esa cifra la situación habría sido francamente inviable a nivel institucional y corporativo", ha expresado Marañón antes de anunciar el comienzo de una nueva etapa operística en Madrid, a la espera de que se confirmen las aportaciones de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. "A partir de ahora, el Teatro Real dependerá sólo en un 30% de la administración pública". En este nuevo modelo, el 70% restante procederá de patrocinios privados (25%), la venta de entradas en taquilla (35%) y otras actividades (10%), como el alquiler de la sala.

En total, el Ministerio contribuirá con 8.771.283 euros (4.379.000 menos que este año) de un presupuesto total estimado de 40 millones (frente a los 43 de la presente temporada y los 48 de la anterior). La medida exigirá, además de una rigurosa política de austeridad en los gastos de personal, mantenimiento y contratación de producción (iniciada en los últimos meses), un cambio drástico de mentalidad. "La nueva relación 70/30 en las aportaciones privadas/públicas es un modelo pionero en Europa, pero no nos asusta. Hemos tenido reuniones al más alto nivel y sabemos que seremos la excepción y un ejemplo a seguir". Con esa idea, pretenden desarrollar un ambicioso plan de medidas de autofinanciación, como la creación de modalidades de patrocinio empresarial e individual (a la espera de que el Gobierno decida aprobar la cacareada ley de mecenazgo) y nuevas políticas de márketing y ventas con las que lograr un mayor apoyo de la sociedad civil.

Con Gerard Mortier, director artístico, ausente de la rueda de prensa, ha sido Marañón el que ha querido dejar claro que el rigor presupuestario anunciado no afectará a la calidad artística de la presente temporada, ni de las siguientes, aunque La flauta mágica de Simon Rattle y la Filarmónica de Berlín sigue en la cuerda floja después de que el Ayuntamiento retira la subvención de 660.000 euros. "Estamos pendientes de resolver ese problema, pero, por favor, no quiero que se hable de cancelaciones". Con el mismo tono tranquilizador, Marañón ha restado importancia a las recientes declaraciones de Fernando Villalonga, en las que mandaba callar a Mortier. "Estoy seguro de que se le ha malinterpretado. Porque no es él quien tiene que pronunciarse sobre lo que en el Teatro Real se puede o no decir". Villalonga es delegado de las Artes del Ayuntamiento y también miembro del Patronato, que previsiblemente cambiará su estructura tan pronto el Real pase de su actual proporción 58/42 a depender mayoritariamente de la financiación privada, de acuerdo al ambicioso objetivo que se han marcado: pasar de 7 millones de euros de patrocinio a 11 en un año. "Es pronto para entrar en detalles, pero está claro que esto afectará al organigrama del Patronato", ha dicho Marañón, que en todo momento ha evitado hablar de "reducción" del presupuesto. "Gracias a una serie de transferencias contaremos con el dinero que teníamos previsto para las producciones que teníamos en la agenda. Lo que cambiará serán las fuentes de ingresos".

Por su parte, García-Belenguer ha querido celebrar los 1.250 nuevos abonados (con respecto al curso anterior) y el acuerdo alcanzado con sus trabajadores para la firma de la modificación del convenio colectivo, lo que supondrá una mayor flexibilidad en la organización interna y una reducción de los costes de personal (que ha cifrado en unos 400.000 euros). "Era prioritario recuperar el buen ambiente y el clima de convivencia". Según ha explicado, las medidas adoptadas en los últimos meses (reducción de gastos corrientes y de producción, además de una nueva política de ingresos) han permitido generar un superávit de más de 2 millones de euros con el que intentarán hacer frente al déficit en un futuro. Por último, ha confirmado un nivel de ocupación de la sala durante las representaciones de Boris Godunov (primer montaje de la temporada) de en torno al 90%. "A pesar del incremento del IVA, el público está respondiendo muy bien". Parece que todavía no ha llegado la sangre al río, al menos a las aguas subterráneas que conectan los bajos fondos del Teatro Real con las cajas fuertes del Banco de España.