Image: Carlus Padrissa estrena la tercera ópera de Widmann

Image: Carlus Padrissa estrena la tercera ópera de Widmann

Escenarios

Carlus Padrissa estrena la tercera ópera de Widmann

26 octubre, 2012 02:00

Un momento del montaje de Carlus Padrissa que se estrena en Múnich. Foto: Wilfried Hösl.

La esperada Babylon de Jörg Widmann llega mañana a la Ópera Estatal de Baviera, en Múnich. El montaje de La Fura dels Baus reinterpreta el mito de la sacerdotisa Inanna, "que nos rescata de las tinieblas de la prehistoria".

  • Canal Spotify de El Cultural: escuche la música de este artículo
  • Promete, y mucho, el estreno, mañana, en la Ópera Estatal de Baviera, de Babylon, obra de encargo a Jörg Widmann (Múnich, 1977), clarinetista y compositor, antiguo discípulo de Henze y de Rihm, que tiene ya dos óperas anteriores, Das Gesicht im Spiegel (2003) y Am Anfang (2009). Esta última, con escenografía de Anselm Kiefer, causó revuelo en la Bastille de París en las postrimerías de la era Mortier. La nueva creación reinterpreta el mito de Babilonia a través de un acercamiento multidisciplinar lejanamente situado en la tradición de La flauta mágica de Mozart.

    Aquí esa ligazón se da entre el judío exiliado Tammu y la sacerdotisa babilonia Inanna, lo que ocasiona el típico choque de culturas: la bárbara, apegada a antiguas costumbres, y la moderna y moderada. Al final se produce la reconciliación, el amor universal, en la vía de las viejas utopías. La simbólica trama se debe a la pluma del filósofo y libretista Peter Sloterdijk. La disposición en siete cuadros (el primero de 45 minutos y el séptimo de cinco) alude a la construcción en pirámide de la famosa Torre de Babilonia. Es de esperar que la música posea toda la habitual carga emocional de las composiciones de Widmann, envueltas siempre en un "efervescente virtuosismo y una infinita tristeza", en palabras del musicólogo Markus Fein.

    Hasta el 10 de noviembre, las representaciones van a ser dirigidas por el titular del teatro muniqués, Kent Nagano, y cuentan con Anna Prohaska, Jussi Myllys, Claron McFadden, la veterana soprano dramática Gabriele Schnaut y el bajo Willard White, conocido en Madrid, pero que se presenta en la Staatsoper. La escena está a cargo de Carlus Padrissa, uno de los integrantes de La Fura, que ya dejó su firma en el mismo coliseo hace un par de temporadas con su reinterpretación de Turandot de Puccini. Aquí ha tenido la idea de que la acción nazca de la mirada de Inanna, que ha de bajar al infierno a rescatar a su enamorado con la única condición de que la mire permanentemente a los ojos. "Sus ojos serán tu guía...", escribe Peter Sloterdijk reivindicando la cultura babilónica que ha ocupado la mitad de la historia de la humanidad e inventora de las leyes alternativas al ojo por ojo, que permitieron el respeto, la integración y la convivencia entre ciudadanos de diferentes etnias. Es, apunta Padrissa, "como si la hermosa Inanna babilónica nos hubiera rescatado de las tinieblas de la prehistoria con la única condición de que no apartemos jamás nuestra mirada de la suya. En la otra mitad posterior de la historia, hay demasiadas épocas oscuras en las que hemos apartado nuestra mirada de Inanna". Dice el libreto: "...aprended a construir casas que floten, ciudades que floten... el diluvio no acaba nunca".