Un momento de El silencio y la belleza.



La Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) continúa con sus encuentros Unir Alumni en la Escena, este lunes, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con una única de representación de El silencio y la belleza, con la que se rinde homenaje a Antonio Garrigues Walker en su faceta de autor y director de medio centenar de obras de teatro. El prestigioso jurista lleva cincuenta años defendiendo la idea de un teatro amateur como ejercicio de equilibrio de la personalidad. "Todo el ser humano tiene capacidad creativa, y como tal debe practicarla no con la ambición perfeccionista y competitiva de un profesional sino como si de un deporte se tratara", cuenta a El Cultural. "Es fundamental para nuestro desarrollo personal y para la felicidad".



El silencio y la belleza contará con un reparto encabezado por cuatro actores no profesionales (Lupe Barrado, Helena Herrero Beaumont, Johnny Aranguren y Carlos Rodríguez Braun) procedentes del ámbito universitario y del mundo del derecho, la empresa y la economía. La obra "que es en realidad un juego intelectual", propone una "breve y quizás pretenciosa reflexión teatral sobre la manipulación abusiva y degradante de la belleza, sobre el temor y la resistencia al silencio y también sobre la relación entre ambos conceptos". Tras la representación, Garrigues Walker e Ignacio Amestoy, director de UNIR-Teatro, celebrarán una charla coloquio para subrayar el carácter humano de la trayectoria vital y profesional del dramaturgo.



El homenaje surge como continuación del camino emprendido por UNIR en su acción cultural tras la incorporación a su programa de Ángel Gutiérrez y su Teatro de Cámara Chéjov. Se trata de un proyecto teatral que aglutina no sólo la calidad de la enseñanza, sino también la promoción del lado humanístico y creativo de los alumnos y de la sociedad. Además de en Madrid, los Encuentros UNIR Alumni en la Escena se celebrarán este curso en Logroño, Barcelona, Valencia y Alicante, entre otras ciudades, y tienen como objetivos la representación de destacadas obras de teatro y el diálogo con sus creadores. "De esta manera -explica Amestoy- el teatro se convierte en reflexión y en un punto de encuentro para la convivencia".