Image: Sevilla descubre al primer Janácek

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Escenarios

Sevilla descubre al primer Janácek

1 febrero, 2013 01:00

Un momento de Šárka. Foto: Michele Crosera.

El Teatro de la Maestranza acoge el martes el estreno en España de 'Šárka', la primera y más desconocida ópera de Janácek, que será representada en la misma producción, de La Fenice de Venecia, junto a 'Cavalleria rusticana'.

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  • Una de las citas más interesantes de la temporada operística de nuestro país se dará a partir del próximo martes en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, día en el que se representan, en insólito doblete, Cavalleria rusticana de Mascagni, que trata un tema anclado en la cruda realidad verista, y Šárka de Janácek, que narra un asunto de signo mítico y legendario, muy unido a la tradición bohemia. Obras casi contemporáneas de signo bien distinto. Aunque Janácek mostró en más de una ocasión una cierta complacencia por las técnicas realistas del italiano, que él mismo se animó a trabajar desde su medio geográfico y cultural -en Jenufa, por ejemplo-, pero de una manera bien distinta.

    En estas funciones sevillanas gobernará el foso la batuta clara de Santiago Serrate, director muy unido al coliseo. En la obra de Janácek actúan en los principales cometidos la soprano Christina Dietzch-Carvin, el barítono Mark S. Doss (que encarna a Alfio en Cavalleria) y el tenor Roman Sadnik. La escena, que proviene de una producción de La Fenice de Venecia de 2009, se debe al histórico director de cine y teatro Ermanno Olmi, cuya labor no fue recibida en su día con especial entusiasmo y que ha tratado, en lo que atañe a Šárka, de dar el toque legendario a un asunto que atrajo la atención de Janácek en 1887 y que había sido la base de la narración de Julius Zeyer: el que se centraba en el cuarto poema de la saga épica Vysehrad, sobre la que distintos compositores checos pusieron sus ojos, entre ellos Smetana, Dvorák y Fibich. Šárka se enamora de su enemigo Ctirad y, sin embargo, llevada de su deber, acaba matándolo. Arrepentida, se inmola en una pira, a lo Brunilda. Tras orquestar los dos primeros actos, Janácek abandonó el proyecto, que acabaría finalmente su discípulo Osvald Chlubna. De esta guisa Šárka se estrenó en Brno el 11 de noviembre de 1925.

    Canto a la Luna

    En la partitura alumbran ya algunos de los procedimientos que fundamentarían el estilo inconfundible del compositor, como la utilización de motivos cortos e incisivos, elaborados minuciosamente en contacto con el habla cotidiana, que nos acercan al mundo que nos rodea, a la vida misma en toda su plenitud. Sobre una orquesta trabajada con una técnica maravillosa, de un colorido vivo, crudo, descarnado a veces, el músico organizaba cortas frases melódicas, instrumentaba con una propiedad única y construía un discurso ameno, excepcionalmente recio y variado. Hay que destacar algunos momentos de indudable calidad musical: el preludio orquestal, las dos famosas arias a la luna de Ctrirad y Šárka, así como el dúo entre ambos... No hay verdadera progresión dramática, pero se requieren una soprano de poder, un tenor lírico y un barítono con empaque.