El director canadiense Yannick Nézet-Séguin.

Las salas de Madrid, Sevilla, Valladolid y Pamplona se dan estos días un festín de conciertos en los que participarán el director Yannick Nézet-Séguin, la soprano Julia Lezhneva y el pianista Jean-Yves Thibaudet.

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  • Hemos de hablar, en primer lugar, de algunas de las jóvenes batutas más interesantes de este tiempo. Una de ellas es la del canadiense Yannick Nézet-Séguin (1975), de quien hay que destacar su disposición, su agilidad en la comprensión y su capacidad analítica. Virtudes que deberá poner otra vez de manifiesto en su concierto del jueves para Juventudes Musicales en el Auditorio Nacional al frente de la London Phiharmonic con un monográfico Rachmaninov: Concierto para piano n° 3 y Sinfonía n° 2, obras que pueden hacerse indigestas a poco que los resultados musicales no sean muy buenos. Como solista de la primera composición figura el joven macedonio Simon Trpceski (1979), un pianista de sólida formación y maneras muy directas. También joven es el violinista armenio Sergey Kachatryan (1985), de impetuoso virtuosismo. Sin duda lo podrá poner a prueba en el Concierto de Beethoven, que ofrece hoy, mañana y pasado con la Orquesta Nacional al mando del vitoriano Juanjo Mena, que completa la sesión con una partitura realmente ardua y compleja, Pelleas und Melisande de Schönberg.



    A muchos kilómetros de distancia, en el Teatro Maestranza de Sevilla, el jueves se presenta el polaco Michal Nesterowicz (1975), dominador y musical, nuevo titular en Tenerife, que programa la rara suite de Carmen de Schedrin, la Sinfonía de Bizet y el Concierto para oboe de R. Strauss, en el que participará José Manuel González Monteagudo, primer atril de la Real Orquesta Sinfónica Sevillana.



    Si de solistas hablamos citaremos al pianista francés Jean-Yves Thibaudet (1961), siempre caracterizado por la exactitud de su ataque, que presta concurso al lado de dos conjuntos muy diferentes, la Deutsches Symphonie Orchester Berlin, gobernada en Madrid por James Conlon, con la infrecuente Sinfonía n° 2 para piano y orquesta de Bernstein, y la Sinfónica de Castilla y León, dirigida en el Miguel Delibes de Valladolid por Josep Pons, con el Concierto en sol de Ravel.



    Contrastado diálogo

    En el terreno camerístico encontramos al excelente violista, también galo, Antoine Tamestit (1979), que es el protagonista, junto al clarinetista Jörg Widmann y el pianista Francesco Piamontesi. Dentro del jugoso ciclo Contrastes del Liceo de Cámara unen distintas obras del siempre sorprendente Kurtág a otras de Bruch, Schumann, Mozart y el propio Widmann.



    La soprano rusa Julia Lezhneva (1989), cuyo instrumento lírico-ligero coloratura se ha alabado mucho últimamente, actúa en el seno de un reparto igualmente joven a las órdenes del estimulante y permanente descubridor René Jacobs, que esta vez nos ofrece el oratorio händeliano Il trionfo del tempo e del disinganno. Lo hará en el curso de una sesión integrada en la programación del CNDM y fijada para el próximo domingo. La orquesta es la Barroca de Friburgo, habitual colaboradora del director, y otros señalados cantantes, como la soprano Sunhae Im o el contratenor Christophe Dumaux, se suman a la fiesta. Así cabe calificar también, y sin movernos del barroco ni del curso del CNDM, al monográfico Vivaldi de Il Giardino Armonico, que desbroza distintos conciertos del Prete Rosso bajo el mando elástico de Giovanni Antonini.



    Y cerramos la lista con una nueva inmersión en el mundo de la voz, relacionado esta vez con la escena. Para los amantes de las emociones fuertes llega esta tarde al Baluarte de Pamplona la Tosca de Puccini en el violento montaje de Giancarlo del Monaco, una visión de la obra desde una perspectiva conectada con la famosa película Il portero di notte de Liliana Cavani. El principal reclamo del reparto es el robusto tenor Jorge de León.