José María Pou en A cielo abierto.



David Hare (Bexhill, Inglaterra, 1947), el látigo del actual teatro británico, llega a la sala Principal del Teatro Español el 7 de marzo de la mano de José María Pou con A cielo abierto, obra que dirige y protagoniza. Hare, máximo exponente de la dramaturgia inglesa contemporánea junto a Harold Pinter y Tom Stoppard, sube a la cartelera madrileña su particular compromiso con la política y la sociedad de su tiempo. También con los mecanismos sentimentales que tienen capacidad de transformación. Al fin y al cabo, A cielo abierto (Skylight), estrenada el 4 de mayo de 1995 en el National Theater de Londres, narra una historia de amor tan angustiosa como creíble en la que un rico propietario de restaurantes, Tom Sergeant (José María Pou), comparte desencuentros con su hijo (Sergi Torrecilla) y su ex amante (Nathalie Poza). Traición, culpabilidad, vocación pedagógica, trabajo social y colisión de valores circularán como armas arrojadizas en un loft londinense convertido para la ocasión en un confesionario de amores perdidos y desde el que descubrirán que la vida no puede dar marcha atrás. "En cierta ocasión -ha declarado Hare a El Cultural- escuché decir a un espectador que mi obra le resultaba particularmente shakespeariana. Eso es lo que yo quiero. Que dentro de veinte o treinta años, cuando ya nadie recuerde los acontecimientos que inspiraron mis trabajos, mis obras sigan funcionando, que sigan llegando a la gente como sigue llegando hoy Shakespeare". No es la primera vez que las obras de Hare pueden verse en nuestro país. Hace tres años el festival Escena Contemporánea de Madrid le dedicó un ciclo en el que se programaron Vía Dolorosa, escrita tras un viaje a Israel, The Blue Room y Skylight. Amparo Rivelles y Nuria Espert, dirigidas por Lluís Pasqual, también se metieron en el mundo de Hare, hace casi diez años ya, protagonizando La brisa de la vida. El montaje que llega el jueves al Español se estrenó en el Romea barcelonés el 13 de enero de 2003. En aquella ocasión, Pou compartió escenario con Marta Calvó y David Janer y fue dirigido por Ferran Madico.