Rosarios, espadas y travestismo
El Centro Dramático Nacional estrena este miércoles en el Teatro María Guerrero de Madrid La monja alférez, de Domingo Miras. La vigencia del personaje de Catalina es innegable puesto que
invita a la reflexión sobre cuestiones de sexualidad y género que siguen
teniendo hoy en día una función cultural importante.
La Catalina de Miras se identifica con los hombres y también con una
serie de valores que a partir del siglo XVIII han sido considerados como
masculinos (valor, fuerza, violencia, rígidos códigos del honor). Al actuar como
hombre, Catalina no se rebela abiertamente contra las estructuras sociales,
políticas o religiosas de la época, ni denuncia las injusticias de un sistema social
que trata a las mujeres como inferiores. Es más, usa "su monstruosidad" como
estrategia para subir en la escala social y para conseguir prebendas, que de otra
forma le hubiera resultado difícil alcanzar.
La puesta en escena cuenta con música en directo, duelos de espada, malabarismos y magia, en un montaje dirigido por Juan Carlos Rubio.