El tenor Francesco Meli, durante una actuación.

La celebración del nacimiento de Verdi ha reabierto el debate sobre las nuevas voces, algunas de las cuales desfilan estos días por el Instituto Italiano de Cultura de Madrid, el 'Otello' de Valencia y el 'Rigoletto' de Sevilla.

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El miércoles se presenta en Madrid el tenor italiano Francesco Meli, una de las voces más prometedoras del momento, dentro del ciclo Grandes Voces para Verdi, con el que el Instituto Italiano de Cultura de Madrid conmemora por todo lo alto el bicentenario del nacimiento del compositor. Por el ciclo, breve pero selecto, ya han pasado los veteranos bajos Michele Pertusi y Roberto Scandiuzzi y la joven soprano napolitana Maria Grazia Schiavo. Pondrá broche de oro el 23 de octubre la gran dama del género, Mariella Devia. El tenor genovés, que estará acompañado al piano por Matteo Pais en obras de Liszt, Tosti y el propio Verdi, afronta tanto roles de puro belcanto como de características más líricas, y a pesar de la juventud, la belleza de su voz, el refinado arte con el que la modula, y su presencia escénica, hace tiempo que están consolidados en los grandes teatros del mundo con maestros como Riccardo Muti o Antonio Pappano.

Meli ha actuado en nuestro país en una sola ocasión, en una Lucia di Lammermoor en el Palau de les Arts en Valencia en 2010. Será allí donde pueda escucharse, en el Otello del Festival del Mediterrani, la voz robusta pero musical del letón Aleksandr Antonenko junto a la delicada Maria Agresta, de instrumento lírico y firme, a la que ya se admiró allí como Leonora de Il trovatore.

De parecido calibre son la uruguaya María José Siri, la argentina Virginia Tola o las italianas Anna Pirozzi, Maria Luigia Borsi y Rachele Stanisci (que intervendrá en conciertos liceístas el curso que viene), la china Guanqun Yu (muy activa en Valencia), la albanesa Ermonela Jaho o la moldava Irina Lungu, a las que ha podido oírse esta temporada en Bilbao, y la rusa Evelina Dobraceva, ganadora de un Concurso Viñas. Entre las sopranos lírico-spinto emergentes hay que señalar a la venezolana Lucrecia García o las norteamericanas Angela Meade, Latonia Moore (que se consagró en el Met sustituyendo a Violeta Urmana en Aida, y a la que habíamos descubierto en Bilbao) o Julianna Di Giacomo, a la que vimos en Los hugonotes del Real y volverá al coliseo madrileño en Las vísperas sicilianas.

Precisamente la versión original francesa de esta obra, estrenada recientemente en la ABAO, nos reveló a la armenia Lianna Haroutounian. En el repertorio más dramático está brillando con fuerza la ucraniana Liudmyla Monastyrska. Y en el lírico-ligero, la polaca Aleksandra Kurzak, la alemana Diana Damrau (ambas como Violetta y Gilda) y las italianas Désirée Rancatore (que será Violetta este verano por nuestra geografía) o Eleonora Buratto (a la que veremos en el Don Pasquale del Real dirigido por Muti).

También promete el Rigoletto sevillano, en junio, pues en sus dos repartos figuran los andaluces Mariola Cantarero e Ismael Jordi y la australiana Jessica Pratt, cuyo seguro mecanismo, bregado en el Festival Rossini de Pésaro, recuerda a Joan Sutherland, así como el canario Celso Albelo, legítimo sucesor de Alfredo Kraus como el Duque de Mantua -rol en el que también ha destacado el barcelonés José Bros-. También su compatriota Jorge de León se afianzado en papeles lírico-spinto como Manrico o Radamés.

Entre los barítonos, hay que mencionar en primer lugar al onubense Juan Jesús Rodríguez, por color, pastosidad y enjundia dramática, sobre todo tras sus Rigolettos y Trovatores, y los títulos que se anuncian: La battaglia di Legnano, Otello, Falstaff...

No podemos olvidar, entre los tenores líricos, al albanés Saimir Pirgu o al polaco Piotr Beczala, al norteamericano Matthew Polenzani o al coreano Yonhoong Lee. Tampoco a los italianos Vittorio Grigolo, Francesco Demuro, Massimo Giordano o Stefano Secco (quien nos brindó los mejores momentos del Macbeth madrileño). Entre las mezzos destacan las rusas Anna Smirnova y Ekaterina Semenchuk y la italiana Veronica Simeoni, que actúa estos días en la Anna Bolena de la ABAO junto a la que sin duda es la mejor soprano verdiana de hoy, Sondra Radvanovsky. Entre los bajos, brillan con luz propia el ruso Dmitri Ulianov (Sparafucile en Sevilla) o el italiano Riccardo Zanellato. Todos ellos contribuirán a celebrar como se merece los 200 años del nacimiento del gran maestro.