Image: La improvisación sube al escenario

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Escenarios

La improvisación sube al escenario

24 mayo, 2013 02:00

Marcelo Savignone en Vivo, de Producciones Belisarias.

¿Un género, una técnica, una escuela? La improvisación vuelve a los Teatros del Canal de Madrid con Festim 13, que reúne a compañías de la talla de Belisarias o Apeiron como anticipo al Impro Barna, que arranca el 4 de junio.

El viejo axioma de que no hay una función de teatro igual se cumple siempre con los espectáculos de improvisación. En estos montajes, de los que cada vez hay más y de diferentes tipos en la cartelera, es una necesidad que cada noche sea distinta. Hay que crear sobre la marcha las obras partiendo de ideas o títulos sugeridos por el público, como podrá verse en el Festim 13 a partir del martes, 28 de mayo, en los Teatros del Canal de Madrid. El festival reúne este año a formaciones de cinco países, contando a la organizadora, Impromadrid, que mostrarán diferentes formatos de un tipo de teatro surgido en los años setenta del siglo pasado en Canadá y que desde entonces no ha dejado de representarse por todo el mundo.

El secreto de su éxito consiste en "ofrecer un teatro fresco, estimulante y divertido que engancha a todos, al que lo ve y al que lo hace", explica el integrante de la compañía madrileña, Ignacio Soriano, un auténtico veterano de este tipo de espectáculos, capaz, como todos sus compañeros, de improvisar "a partir de cualquier palabra que diga el público". Aunque para él lo más sobresaliente es la necesidad de convertirse a la vez en actor, director y autor delante de los espectadores cada vez que se sube a un escenario. Así ocurrirá los próximos días durante el festival, que llega con varias novedades respecto a años anteriores. La principal es que en esta edición no habrá matchs de improvisación, sino catchs. La diferencia no estriba sólo una letra, sino que va más allá. Mientras la primera fórmula consistía en que una compañía salía al escenario para hacer una serie de escenas que luego eran votadas por el público y dejaba sitio a otra formación que debía hacer otras sobre la marcha, la segunda les obliga a compartir escenario mediante parejas para hacer de manera conjunta los temas propuestos por los espectadores, que, también en este caso, elegirá a los ganadores. Luego, las dos parejas que venzan en la liguilla de todos contra todos llegarán a la final para que de ahí salga el triunfador absoluto de Festim 13. Con esta modificación, los organizadores buscan "salir de la rutina", explica Soriano.

Junto a los anteriores apartados, el festival presenta otro formato de espectáculos. Son los que se podrían denominar como "totales", pues no se limitan a hacer sobre la marcha un número indeterminado de escenas, sino que deben crear una obra entera con libreto y dramaturgia a la vista del público a partir de las sugerencias de los presentes cada noche. "Es muy difícil, mucho más que las otras, pero es el formato más estimulante porque cada actuación es como un salto sin red".

A este apartado pertenecen montajes como Sola, espectáculo de la compañía mexicana Apeiron con música, igualmente improvisada, en torno a los clásicos, y Blue Screen, de ImprovBoston, en el que la formación norteamericana crea una película a partir de un título propuesto por el público. Esta última obra permitirá, además, descubrir "el estilo de improvisación de EE.UU., más cómico y hablado de lo habitual, que en España es casi desconocido porque es raro encontrar compañías de ese país que puedan trabajar en nuestro idioma", explica Soriano, que hace poco estuvo con su compañía en Helsinki, donde no sólo tuvo que improvisar una obra entera, también, y ahí sí que se cumplió lo más difícil todavía, cambiar de idioma y hacerlo en inglés. Pero el montaje que Soriano destaca por "la originalidad y riqueza" de su propuesta sobre las demás es la de Producciones Belisarias. Vivo es un espectáculo en el que su único intérprete, el argentino Marcelo Savignone, crea una obra con la única ayuda de una decena de máscaras balinesas. El montaje cautivó a los integrantes de Impromadrid cuando lo vieron en Chile. "Es impresionante cómo se transforma delante del público y cómo va asumiendo distintos caracteres". El espectáculo de Savignone sirve, además, para "mostrar que el teatro de improvisación no es sólo una ocurrencia ingeniosa y divertida sino que es teatro en todos los sentidos", reivindica Soriano, que, tras el festival de Madrid, se desplazará hasta Barcelona para participar en el festival Impro Barna, que organiza la compañía Planet Impro entre el 4 y el 9 de junio.