Image: Propeller abre en Canal a Shakespeare

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Escenarios

Propeller abre en Canal a Shakespeare

31 mayo, 2013 02:00

Un momento de La fierecilla domada de Propeller. Foto: Manuel Harlan.

Continúa la programación del Festival de Otoño con La fierecilla domada y Noche de Reyes, que llegan a los Teatros del Canal en la versión original de Edward Hall y con un reparto masculino especializado en Shakespeare.

Tras visitar hace dos años los escenarios españoles con La comedia de los errores y Ricardo III, la compañía británica Propeller, especializada en obras de Shakespeare e integrada exclusivamente por hombres -al estilo de las antiguas formaciones isabelinas- vuelve a la programación del Festival de Otoño (a Primavera) con Noche de Reyes (5 y 7 de junio) y La fierecilla domada (6 y 8), que se representarán en versión original con sobretítulos en los Teatros del Canal de Madrid. El objetivo de su fundador y director, Edward Hall, es devolver al público la frescura de los clásicos. O, dicho de otro modo, "que durante las tres horas que dura cada función ningún espectador mire el reloj o se lleve la mano al teléfono para ver cuánto queda", cuenta Hall a El Cultural. "Nuestra aproximación al texto es rigurosa. No queremos hacer obras accesibles sino adaptar y actualizar el sentido de la palabra shakespeareana a cada espacio y a cada momento".

La fierecilla domada, escrita en 1591, es una obra de juventud, mientras que Noche de Reyes, publicada una década después, pertenece a la época de mayor apogeo del bardo inglés. "En ambos casos, Shakespeare emplea todo su talento literario para poner en tela de juicio la pureza de nuestros sentimientos. Hablamos de dos grandes comedias que derrochan ingenio y apelan a la risa del espectador, pero que se antojan demoledoras por su particular forma de abordar el sufrimiento".

Noche de Reyes cuenta la historia de dos hermanos gemelos, Viola y Sebastián, que tras un naufragio deambulan por el fantástico reino de Iliria en una sucesión de enredos, identidades falsas y ambigüedades sexuales. "Un argumento de lo más apropiado para un reparto íntegramente masculino", se jacta. "Un detalle que al final resulta ser insignificante si tenemos en cuenta que todos los personajes experimentan una transformación, que en algunos casos es para mejor y en otros, como el pobre Malvolio, no tanto...".

En la divertida farsa de La fierecilla domada la malhumorada Catalina ahuyenta a sus codiciosos pretendientes para terminar contrayendo matrimonio con su hermano Petruchio, mientras que otros candidatos compiten por la mano (y la fortuna) de su hermosa hermana Bianca. "En este caso los personajes se mueven en un círculo vicioso de intereses y ambiciones que terminan por malograr el verdadero sentimiento amoroso que existe en todos ellos".

Hijo del mítico dramaturgo británico Peter Hall y discípulo de Philip Hedley en el Theatre Royal Stratford East, Edward Hall fundó Propeller a mediados de los noventa, siendo aún director de la compañía The Watermill, con sede en un molino a las afueras de Londres que ellos mismos se encargaron de reconvertir en teatro. "No fue algo premeditado. Buscábamos otra forma de aproximarnos al texto y, casi por accidente, surgió una compañía".

Antropología escénica

En los últimos quince años, Propeller se ha prodigado por Europa y ha tenido ocasión de conocer también los escenarios de China, México, Filipinas, Estados Unidos, Tokio y Australia. "Lo que más me gusta del público español es que, después de cada función, queda para cenar e intercambiar opiniones. Me fascina la experiencia civilizadora del teatro, que nos ayuda a entender el comportamiento de nuestra especie".

No en vano Edward Hall comparte nombre y apellido con aquel famoso antropólogo norteamericano que fuera toda una eminencia en comunicación no verbal. "Hace tiempo que me vengo quejando del lenguaje de los 140 caracteres, de los mensajes instantáneos y de los titulares de prensa. No es posible describir el mundo y entender lo que en él sucede con tan pocas palabras. Más vale acudir a una función de Shakespeare que comprarse el periódico del día".