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  • Momento difícil, de transición, en el Festival Internacional de Santander, que arranca el jueves y en el que se ha producido un traspaso de poderes: José Luis Ocejo ha sido sustituido en la dirección por el flautista y director de orquesta Jaime Martín, que ha armado una muestra que estaba a medias trabajada y en la que destacan algunas cosas importantes por su significación. En primer lugar, la atención que se presta, con ocasión de su centenario, a una figura impar de la tierra, la de Ataúlfo Argenta, ilustre santanderino y uno de los mejores directores que tuvo nuestro país. A él se dedican las cuatro Sinfonías de Brahms que interpretarán la Orquesta Nacional, que hacía tiempo no visitaba el Palacio de Festivales, y Jesús López Cobos.



    Schönberg es igualmente un nombre importante. De él se va a interpretar Pierrot Lunaire, que cuenta con la participación de la mezzo Marina Rodríguez-Cusí y del Ensemble Laboratorium, que estrena por otra parte obras de Antonio Noguera y Andrea Portera. Continúan las múltiples actividades en los marcos históricos, con conciertos de todo tipo, una de las señas de identidad. El FIS se inaugura con la Royal Philharmonic Orchestra, que dirige el joven Edward Gardner y donde actúa el no menos joven chelista Adolfo Gutiérrez Arenas, que tañerá el meditativo Concierto de Elgar. Se cierra, el 26 de agosto, con un concierto Verdi-Wagner en el que Semión Bychkov dirige a la Filarmónica de La Scala.