Image: Teatro clásico para seducir al gran público

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Escenarios

Teatro clásico para seducir al gran público

La CNTC pretende mantener las buenas cifras del curso anterior con una programación en la que brillan Lluís Pasqual, Josep María Mestre, Ron Lalá y la reposición de La vida es sueño

9 septiembre, 2013 02:00

Escena de La verdad sospechosa dirigida por Helena Pimenta. Foto: Guillermo Casas Baruque.

La Compañía Nacional del Teatro Clásico levanta el telón este año con Juan Ruiz de Alarcón y su comedia La verdad sospechosa, dirigida por la Helena Pimenta (directora de la institución) y que ya pudo verse este verano en el Festival de Almagro. Fue la gran apuesta de la CNTC en la ciudad manchega. El público que se acerque al Teatro Pavón tendrá la oportunidad de deslizarse al interior de los trampantojos del dramaturgo de la Nueva España (nació en Taxco en 1580). Difícil deslindar la verdad de la mentira en un texto capital del teatro barroco hispanoamericano. La obra, cuya versión firma Ignacio García May, viajará posteriormente a Sevilla, La Coruña, Bilbao, Logroño, Valladolid, Gijón, Santander y México D.F…

En diciembre tomará el relevo sobre las tablas del Pavón Ron Lalá, tras arrasar con Siglo de Oro, siglo de ahora, en la que traían a la actualidad, con su ingenioso y desbocado verbo, los textos de la época dorada del teatro (y las letras en general) en España. Una inmejorable manera de que los jóvenes de secundaria entren al capote de los clásicos (con esa finalidad está concebida). Esta vez pondrán en escena una versión libre de la más célebre obra de Cervantes, con el título de En un lugar de El Quijote. Una apuesta también para toda la familia, dentro de la sección Mi primer clásico.

De Hispanoamérica, concretamente de Argentina, también vendrá el montaje de Los áspides de Cleopatra, de Francisco de Rojas, urdido por Guillermo Heras en el Proyecto Laboratorio América, que tiene como misión testar la efervescencia creativa en materia escénica al otro lado del charco y propiciar sinergias. Aquí la CNTC ha unido sus esfuerzos con el vital Complejo Teatral del Buenos Aires.

Otra sinergia notable que brilla en la programación de la temporada es la entablada con el Lliure. Junto con el teatro catalán ha coproducido El caballero de Olmedo, de Lope de Vega. Lluís Pasqual al frente. Y bajo sus veteranas órdenes el talento de intérpretes tanto del Lliure como de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, que comparten escenario con figuras consagradas como Rosa María Sardá. Helena Pimenta, además, ha decidido reponer una de las obras de la CNTC que más elogios ha congregado en torno a ella en los últimos años: La vida es sueño, con Blanca portillo excelsa en el papel de Segismundo. Del 18 de marzo al 20 de abril podrán verla todos aquellos que se quedaron con las ganas. Tantos. La reposición mantiene el mismo elenco de actores y músicos. Gran acierto.

Y la versión juvenil de la CNTC pondrá en escena otra obra de Lope de Vega, La cortesía de España, bajo la dirección de Josep María Mesters, quien define la obra como una "comedia de enredo, enloquecida, hedonista, libre y vital, lírica y divertida, liviana y profunda, luminosa y oscura. Con unos personajes vividos, entrañables, queribles". Mientras Carme Portaceli estará al frente de Las dos bandoleras (también del inagotable Fénix de los Ingenios), su primera inmersión en el Teatro del Siglo de Oro.

La CNTC, según las cifras publicadas hoy, consiguió sentar en las butacas del Pavón a 114.000 (La vidas es sueño de Portillo la han visto 65.000) espectadores y participaron en ellas 300 profesionales de las artes escénicas. Un éxito de público que prueba que el teatro clásico todavía juega un papel nada desdeñable entre los gustos del público español. Ahora toca mantener esa capacidad de atracción. "Yo mismo estrené la obra de Orff en España. Me acuerdo porque fui repasando mentalmente la partitura durante la vuelta en Seiscientos de mi luna de miel en Málaga".