El folk y las raíces musicales de Estados Unidos están hoy de luto. También el mundo de la poesía y del inconformismo. Hoy hay muerto en el New York-Presbyterian Hospital, a los 94 años, uno de sus nombres principales: Pete Seeger. El artista y activista se hizo famoso sobre todo como letrista. La guitarra de doce cuerdas y el banyo eran sus instrumentos favoritos, y con ellos se convirtió en un modelo para toda una generación y en altavoz de la crítica social en Estados Unidos y en todo el mundo. Su tema Where Have All The Flowers Gone? se convirtió en un himno a favor de la paz. Otras de sus canciones más famosas son If I Had a Hammer y We Shall Overcome.
Seeger, nacido en 1919 en Nueva York, fue durante muchos años una figura clave entre los cantautores estadounidenses, modelo y mentor de figuras como Bob Dylan y Don McLean. Pese a haber publicado más de 100 discos, Seeger nunca se sintió una estrella. Utilizó su éxito comercial para dar a conocer problemas ecológicos y políticos.
Pete Seeger interpretando Down By The Riverside junto a Sonny Terry y Brownie McGhee.
La carrera de Seeger, para quien la música folk tenía un sentido comunitario y era un vehículo de la acción política, le llevó desde el "top ten" de la música radiada a los auditorios de los festivales de folk y desde su desprecio por el Congreso a la actuación en el Memorial de Lincoln en el concierto inaugural en honor de Barack Obama. Cantó para el movimiento obrero, en defensa de los derechos civiles y contra la guerra del Vietnam, apoyó la lucha por el medio ambiente y clamó contra las campañas belicistas.
"Mi trabajo es mostrar que hay buena música en la Tierra y que puede ayudar a salvar el planeta si se la utiliza de manera adecuada", aseguró en 2009 en una entrevista con el New York Times. El músico fue muy activo hasta sus últimos tiempos, y se subió a un escenario hasta el año pasado. En 2009 recibió un Grammy por su álbum At 89, y dos años después otra vez por Tomorrow's Children.
Ya en 1993 había sido galardonado con el Grammy a toda su trayectoria y en 1997 por el disco Pete. Su mujer, Toshi, murió en julio pasado, poco antes de cumplir 70 años de casados. Durante años ella apoyó el trabajo de su marido como cineasta, productora y activista por el medio ambiente.