El director de ópera y exdirector artístico del Teatro Real de Madrid Gérard Mortier ha fallecido a los 70 años de edad en Bruselas a causa de un cáncer de páncreas. Ha fallecido esta noche "rodeado de amigos y familiares", según informan fuentes cercanas a la familia.
Tras tres años al frente de la dirección artística del Teatro Real, el pasado verano, al ser diagnosticado de su enfermedad, fue sustituido por Joan Matabosch. Actualmente era consejero artístico del Teatro, donde realizaba funciones de supervisión, difusión y promoción internacional de las nuevas producciones, como la adaptación operística de Brokeback Mountain
Polémico y exquisito en gustos y trato, no dejaba indiferente a nadie. Acompañado desde siempre por la controversia, este belga despertaba amores y odios con sus propuestas innovadoras y una sinceridad sin rubores que le había acarreado más de un problema.
Mortier tuvo claro que su papel al frente de las instituciones musicales que dirigió a lo largo de su carrera fue abrir los horizontes musicales del público, haciéndole reflexionar, agitándole. Una agitación que, muchas veces, molestó en los despachos del poder. "No he venido a ofrecer respuestas complacientes, sino a formular preguntas incómodas", declaró a El Cultural en respuesta a las críticas de los sectores más conservadores de la afición madrileña.
El actual director artístico del Teatro Real de Madrid, Joan Matabosch, ha lamentado el fallecimiento de su predecesor, Gerard Mortier, al que ha calificado como "una de las grandes figuras de la ópera a nivel internacional y del que debemos enorgullecernos de haber disfrutado", informa Efe. Matabosch ha considerado la pérdida de Mortier como un hecho "tremendamente lamentable" y ha ensalzado la labor del músico belga, a quien ha ensalzado como "una de las personalidades que ha contribuido de manera fundamental a la renovación de la ópera en las últimas décadas".
El presidente de la Fundación Teatro Real de Madrid, Gregorio Marañón, ha lamentado "profundamente" la muerte del ex director artístico del coliseo madrileño, Gerard Mortier, a quien ha destacado como "un músico que ha marcado un antes y un después en el mundo de la ópera". Marañón ha agradecido los años que el músico belga ha estado al frente del Real y ha reconocido la "gran labor" realizada por Mortier, quien, en palabras del presidente de la Fundación, "ha contribuido decisivamente en la proyección internacional del Teatro y ha conseguido que en el extranjero se conozca mejor la ópera que se hace en España", ha indicado Marañón.
El director comenzó su carrera en 1968 como asistente de dirección del Festival de Flandes y, tras una trayectoria llena de logros profesionales entre las que destacan la dirección artística de óperas como la de Dusseldorf (1972-73), Hamburgo (1973-77) o Frankfurt (1977-79), logró situarse al frente del Teatro Real de la Moneda de Bruselas (1991), donde conoció el verdadero reconocimiento internacional tras dirigir la obra La Monnaie.
A raíz de ese éxito, llegó a la dirección del Festival de Salzsburgo (1992-2001) para después dar el salto a óperas como la Nacional de París (2004) o la de Nueva York (2007). Finalmente, en enero de 2010 llegó al Teatro Real de Madrid, donde continuó hasta que fue diagnosticado de un cáncer que le obligó a apartarse de la primera línea.
Mortier fue nombrado caballero de la orden de la Legión de Honor en 2005, distinguido con el título de barón por el rey de Bélgica en 2007 y premiado con la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2009.