Escenarios

Los españoles de Mauthausen, en el CDN

25 abril, 2014 02:00

Un triángulo azul en el uniforme servía para identificar a los prisioneros apátridas en los campos de concentración nazis. También llevaron el distintivo casi 7.000 republicanos españoles que acabaron en Mauthausen. Tras haber huido a Francia durante la guerra civil, fueron entregados a los alemanes por el general Pétain. Según el testimonio de un miembro de las SS recogido por los servicios de inteligencia estadounidenses en 1941, Franco prohibió su repatriación a España, y tampoco Stalin, a quien se los ofrecieron por ser "rojos", los quiso en Rusia. Sólo 2.000 sobrevivieron al horror.

El infierno que vivieron estos prisioneros se convierte ahora en dramaturgia. El Centro Dramático Nacional estrena en el Teatro Valle-Inclán de Madrid El triángulo azul, escrita por Laila Ripoll, que la dirige, y Mariano Llorente, que interpreta uno de los papeles junto a Manuel Agredano, Elisabet Altube, Marcos León, Paco Obregón, José Luis Patiño y Jorge Varandela, además de tres músicos.

El argumento de la obra recuerda cómo en la Navidad de 1942 los españoles consiguieron, por primera y única vez en

la historia de los campos, autorización para representar teatro. Sabían que, para

sobrevivir, no tenían más arma que su moral y su sentido del humor. No

escogieron un gran texto áureo, ni una tragedia universal. Los deportados

españoles del campo de Mauthausen representaron una revista musical repleta

de suripantas, vicetiples y pelucas rubias fabricadas con virutas de madera.

El protagonista de la obra es el fotógrafo Francisco Boix, uno de los republicanos españoles recluidos en Mathausen que trabajó en el campo registrando con una cámara el día a día de los internos y las visitas de personajes importantes como Himmler. Las fotografías que consiguió salvar de la quema de pruebas por parte de los nazis cuando los aliados estaban a punto de ganar la guerra fueron dieron fe de la barbarie en los juicios de Nuremberg.