Conferencia de la primera edición de Madrid Music Days en el auditorio de la Fundación Telefónica, en Madrid.

La música electrónica ha sido tradicionalmente minusvalorada por los medios de comunicación, por el ámbito académico, por el poder político y por una buena parte de la sociedad. La escena se ve ensombrecida por la mala fama, muchas veces merecida, que le granjea su estrecha vinculación con el ocio nocturno y por los prejuicios musicales que a menudo se esgrimen desde el desconocimiento del género. Pero en los últimos años esta situación está cambiando gracias al esfuerzo del sector por mejorar su imagen y reivindicar su importancia, tanto artística como industrial. El ejemplo más claro de esta lucha es Madrid Music Days, un congreso dirigido a los profesionales del sector -músicos, productores, promotores de conciertos y festivales, discográficas...- en el que se debate tanto sobre las cuestiones creativas como empresariales, comunicativas y tecnológicas de la música electrónica. Este año celebra su segunda edición, del 7 al 10 de mayo en la capital.



"Nuestro objetivo es hacer crecer esta industria y profesionalizarla aun más", explica Alberto Velarde, director del evento y consejero delegado de la revista especializada Vicious Magazine. "Es un sector que factura mucho y genera muchos puestos de trabajo. Cada artista tiene entre cuatro y seis empleados, entre jefe de prensa, manager, tour manager o diseñador gráfico". Pero, como toda industria cultural, también acusa la crisis. La ventaja está, explica Velarde, en que la música electrónica ha afrontado el cambio de paradigma hacia lo digital más fácilmente que otros estilos más tradicionales y ligados a la venta de discos en formato físico.



"La electrónica está sufriendo un cambio muy positivo, está cada día más integrada dentro del día a día. La escuchamos en anuncios, en películas... Los directores de marketing de treinta y tantos años de cualquier marca son oyentes de música electrónica. Con este género está ocurriendo lo mismo que con el rock: hace muchos años era un nicho focalizado para un tipo de personas, y ahora es algo tan generalizado como el pop", explica Velarde, que pone como ejemplo del auge de la electrónica a las 120.000 personas que asistieron a la última edición del festival Sónar.



El programa de esta edición de Madrid Music Days incluye 40 conferencias, debates y clases magistrales y los organizadores esperan triplicar la cifra de mil asistentes del año pasado. Entre los ponentes destaca la concejala de cultura de Berlín, la ciudad europea que mejor ha sabido potenciar la música electrónica como atractivo cultural y turístico. Su homólogo de Madrid, Pedro Corral, inaugurará el evento. "Espero que nuestro ayuntamiento también se haga partícipe de esta manera de entender la música electrónica".



Las herramientas de producción musical, las últimas tendencias en la escena clubbing, la organización de festivales, la mejora de las estrategias de promoción y comunicación, la relación entre la política y la música electrónica, los últimos avances tecnológicos relacionados con el sector y el futuro de las discográficas son algunos de los temas que se tratarán en este híbrido entre congreso y festival.



Al final de cada jornada, las conferencias darán paso a las actuaciones de algunos de los artistas más destacados del panorama nacional e internacional, de la mano de sellos como Reverse, que contará con Dosem y Coyu entre otros invitados; Magnum Bookings, con UNER y Andrea Oliva a la cabeza; Stereo, con Chus & Ceballos, Sergio Fernandez, Ismael Rivas, Óscar de Rivera y Rafa Barrios, entre otros. También estarán grandes figuras de la electrónica mundial como Todd Terry, Agoria, Stefano Noferini, Oscar Mulero, Cristian Varela o César de Melero, que participarán como ponentes.



También participarán profesionales de los medios de comunicación como Daniel Verdú, de El País; Tomás Fernando Flores, director de Radio 3; y Mercedes Yoyoba, de TVE, que debatirán sobre la repercusión de la música electrónica en los medios generalistas.