Firme ante el desaliento y los recortes, que han impedido que Musicadhoy continúe su actividad, Xavier Güell y su equipo mantienen aún enhiesto el pabellón a través de Operadhoy, que nos trae siempre a Madrid corrientes de aire fresco y renovador en el ámbito de la escena musical. Esta temporada, la número XII, se han programado dos espectáculos, a cual más curioso e interesante. El primero se realizó los días 24 y 25 de mayo en el Teatro de la Zarzuela, una ópera-video-instalación titulado Voces del Mediterráneo, con intervención de 12 compositores, representativos de otras tantas regiones tocadas por ese mar.

El segundo, que se anuncia para este fin de semana, en los Teatros del Canal (21 y 22) se denomina Zona Wagner, una ópera-instalación de Georg Nussbaumer, que propone un viaje alrededor de El anillo del nibelungo de Wagner y nos presenta la famosa saga desprovista de cantantes, de texto y de la dimensión teatral tradicional. Los miembros del Solistensemble Kaleidoskop interpretan una partitura rediseñada para cuerdas y electrónica convertida en una maratón de 16 horas (las mismas que dura la Tetralogía) y construyen una panoplia de sonidos que adopta la apariencia de una intrincada red de pequeños matorrales acústicos. La producción lleva la leyenda Ringlandschaft mit Bierstrom, algo así como Paisajes del anillo con corriente de cerveza. Se plantea una primera pregunta básica: "¿Cómo se puede presentar Wagner disolviendo precisamente la propia obra maestra?". La entrada es libre y sólo incluye el pago de una botella de cerveza. La cosa promete.