Imagen de una de las 232 páginas de La Segunda Sinfonía de Gustav Mahler

Es la primera vez que se subasta la Segunda Sinfonía, Resurrección, del compositor que ha permanecido en manos de un empresario americano.

1965. Carnegie Hall de Nueva York. Entre el público el empresario y economista Gilbert Kaplan (1941-2016) escucha la Sinfonía N° 2 de Gustav Mahler. En seguida se encapricha con la dramática pieza y comienza a dedicar parte de su vida a realizar un sueño: escuchar la pieza de mano de las mejores orquestas del mundo. Entre sus bienes, de hecho, se encuentra el manuscrito de la Resurrección de uno de los compositores más importantes de la historia de la música. Las 232 páginas escritas a mano por el músico bohemio-austriaco están ahora disponibles en una subasta que congregará a los melómanos con una puja que se estima será la más cuantiosa de su categoría, 3,5 millones de libras. Se trata de una rara oportunidad de adquirir un objeto tan singular y, probablemente se trate de una oportunidad única. Eso sí, hasta el próximo 29 de noviembre la sede de Sotheby's en Londres no se verá animada al ritmo de Mahler.



Las páginas de la Sinfonía, premiada en Berlín en 1895, contienen una obra monumental que mantiene en tensión durante 90 minutos a una orquesta de 90 integrantes, una soprano, una solo alto, un coro y un órgano. Se trata de una de las composiciones más largas y accesibles entre las creaciones de Mahler. "Ninguna composición completa de Mahler, escrita a mano por el compositor, ha sido ofrecida en una subasta antes y probablemente ninguna volverá a ser ofrecida de nuevo. Esta es una oportunidad única de adquirir un manuscrito de importancia histórica excepcional", ha dicho Simon Maguire, especialista en libros y manuscritos de Sotheby's.



El empresario Gilbert Kaplan con el manuscrito de Gustav Mahler

Esta composición marca la primera vez en la Mahler se enfrentó la vida y la muerte, temas característicos de sus obras. Escrito de puño y letra del músico, el manuscrito se encuentra inalterado (incluye modificaciones, anotaciones, supresiones) en color azul y se mantiene con la forma en la que él lo dejó. Refleja y revela, de esta manera, el proceso de creación del artista. La mujer del compositor, Alma Mahler, entregó estas páginas a Willen Mengelberg, amigo de él, en 1920.



Cuando el 1965 el empresario vivió por primera vez la experiencia de La Resurreción de Mahler salió del recinto diciendo que "Zeus ha enviado un rayo. Soy otra persona". Más tarde añadiría que los brazos de la Segunda de Mahler le atraparon y señaló en el Boston Globe que nada antes le había puesto en órbita como aquella experiencia. Casi obsesionado con la composición trabajó para entender, desde el principio, cómo conducir una obra y esto llevó a Kaplan a escuchar la pieza en directo más de 100 veces en diferentes lugares del mundo. Pero en su afán de intensificar la experiencia la adquisición en 1984 del manuscrito fue la culminación de una obsesión.