Cameron Carpenter. Foto: Thomas Grube

Dentro de una semana aterriza en Madrid uno de los fenómenos musicales más espectaculares de la actualidad: el organista norteamericano Cameron Carpenter (1981), que en pocos años ha revolucionado el mundo de los múltiples teclados, favorecido por su talento iconoclasta, su brillantez como instrumentista, su imaginación como arreglista e improvisador y su conocimiento profundo del métier, a veces disfrazado tras una apariencia física estrafalaria, con sus atuendos fantasiosos, con el negro como tonalidad favorita, sus zapatos con lentejuelas y su peinado de pájaro loco.

Su aspecto físico, nada convencional, ha hecho que su arte y su mera presencia sean rechazados por la crítica y el público más conservadores, aunque lo cierto es que tras esa apariencia late un artista importante, evidentemente heterodoxo, que gusta de registraciones impensadas e insólitas y de tomarse libertades que pueden parecer excesivas. Aunque, eso es lo importante, en medio de sus famosos shows, es capaz de hacer muy buena música. Como la hacía y la hace el más maduro violinista británico Nigel Kennedy, amigo de los pelos de pincho y los atuendos de colorines. Podrán comprobarse las virtudes de Carpenter en las tres sesiones que compartirá, los días 11, 12 y 13 del presente mes con la Orquesta Nacional, en los que interpretará el Concierto para órgano, cuerda y timbales en sol menor de Poulenc, de sonoridades y planteamiento formal tan barroco, de tan jugoso desarrollo.

Luego, el instrumentista ofrecerá su versión brillante y creativa, de la Passacaglia y Fuga en do menor para órgano solo de Bach, en las que se advertirá su instinto infalible y en el que es probable que introduzca algunos de sus adornos y soluciones musicales. Las que este artista, también compositor, gusta de improvisar sobre la marcha. El programa se completa con dos poemas sinfónicos, el infrecuente El cazador maldito de César Franck, y el soberano Muerte y transfiguración de Strauss. En el podio, el también muy joven maestro checo Jakub Hrusa. Carpenter también estará en Barcelona (8) y Valencia (15).