El director de Almagro, Ignacio García, junto a Santiago Herrero, director de programación de Acción Cultural Española

Varios profesionales internacionales vinculados a la dirección escénica de Australia, Colombia o Polonia se han reunido en Almagro en un encuentro que, propiciado por el Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE) de Acción Cultural Española (AC/E), busca revertir la escasa presencia de nuestro repertorio clásico en el extranjero.

Almagro, el Festival Internacional de Teatro Clásico, no solo quiere ser un evento anual en el que se exhibe el mejor teatro del Siglo de Oro que se hace en todo el globo. La dirección, con Ignacio García al frente, busca ser un dinamizador e inductor para que las producciones que se ven en Almagro provoquen un efecto llamada que revierta la escasa presencia de nuestro repertorio clásico en el extranjero. Abordar la materia ha sido el asunto central del encuentro entre los cinco profesionales internacionales vinculados a la dirección escénica que ha propiciado el Programa para la Internacionalización de la Cultura Española (PICE) de Acción Cultural Española (AC/E).



"Percibimos que algunas compañías se sienten desasistidas en cuanto a la capacidad de acceder a materiales teatrales o filológicos que tienen que ver con nuestro teatro", sostiene Ignacio García. Esa es una de las razones por las que el festival quiere convertirse en un punto de encuentro para los profesionales que decidan abordar las obras españolas y promover un mejor conocimiento del Siglo de Oro. Para Marion Potts, responsable del Australian Council, se trata también de un problema "de acceso a los textos". Hay directores, afirma, que "diligentemente investigan el canon europeo", pero lo primordial es poder encontrar traducciones en su idioma.



Para Potts, el programa PICE de AC/E permite "un intercambio cultural que enriquece el entendimiento de los valores humanos que compartimos. En un mundo que está teniendo tantos problemas y retos es importante compartir ideas para promover los cambios que podemos hacer juntos como sociedad". En ese sentido, la internacionalización de Almagro, opina, pone su énfasis en atisbar "qué tenemos en común, en lugar de hacer hincapié en lo que nos distingue".



A pesar de no hablar un idioma común (algunos ponentes vinieron desde Australia, Polonia o Colombia) lo que todos comparten es "el lenguaje del teatro", que en el caso del repertorio clásico español "tiene una elasticidad que permite hablar a través de generaciones", comenta Potts. Lo que le interesa, además, es el modo en que nuestros autores, a pesar del tiempo transcurrido, hablan de los problemas del mundo, que son también los el mundo contemporáneo, "de modo que se convierten en vehículos para explorar nuestras preocupaciones y aspiraciones como sociedad".



No obstante, la presencia de Tirso de Molina, Calderón de la Barca o Lope de Vega en los escenarios internacionales no puede compararse a la de Shakespeare. Es una lástima, arguye Mariví Rodríguez Quiñones, directora de FesteLon (Festival de Teatro Español de Londres), aunque cree que "no hay que buscar culpables sino aprender e intentar buscar puntos de referencia para internacionalizarlo". Por eso, que festivales como Almagro, junto con el programa PICE de AC/E, reúnan a diferentes agentes internacionales propicia que "haya sinergias y una buena comunicación para crear un trabajo conjunto".



Para revertir esto el director de Almagro tiene algunas ideas que pueden cambiar la situación. Almagro debe "ser el festival de referencia del Siglo de Oro en español. Ha habido años en los que había más obras de Shakespeare que de Tirso, Calderón y Lope juntos así que lo primero que hay que hacer es cambiar el paradigma mental", arguye. En ese sentido, Moreto, un "hito de la comedia", ha cumplido 400 años y a la oficina del festival "llegaron 75 propuestas del bardo inglés frente a una del español", afirma García. "Nosotros, como reserva natural del Siglo de Oro que somos, tenemos que programar a Moreto porque así garantizamos su pervivencia y su coexistencia", sostiene.



Por otro lado, existe una labor pendiente de "hacer mejores materiales de difusión y breviarios para que un director de la India o de Cosa de Marfil pueda leer los argumentos de nuestras obras emblemáticas y puedan sentirse identificados". Una vez preparado todo este material, "hay que tener buenas traducciones y materiales a disposición de las compañías de teatro", asegura. El objetivo es generar circuitos que hagan atractiva la posibilidad de montar obras clásicas españolas y propiciar redes para que las compañías que "apuestan por nuestro teatro vean compensado el esfuerzo y puedan venir a representarlas a Almagro". Se trata, pues, de convertirse en una plataforma de difusión y ser asesores y asistentes como lo son el British Council o el Instituto Goethe.



El FesteLon es uno de los festivales que ha entrado en ese circuito con Mariví Rodríguez Quiñones al frente. Este año, por primera vez, la primera semana de festival se dedicó por completo al teatro clásico español y el público londinense ha respondido positivamente ya que "tocan temas universales que otros directores y dramaturgos pueden adaptar".



"Gracias a AC/E y el PICE hemos hecho este encuentro y hemos invitado también a medios de comunicación internacionales para que se conozca de primera mano lo que se hace", insiste Ignacio García. Y han sido dos las ideas fundamentales que quieren exportar. Por un lado que "el Siglo de Oro también es América y los textos que se escribieron en el siglo XVII en México, Cuba o Colombia", y, por el otro, que "las mujeres también ocuparon una parte importante en él". Se trata, por tanto, de "ajustar esta perversión histórica, revertir este arrinconamiento y recuperar su lugar". Y en ese sentido, el PICE ha permitido que "estos agentes conozcan en Almagro la cultura española que se puede internacionalizar invitando a quienes pueden cambiar las tendencias escénicas en otros países", concluye el director del Festival Internacional de Teatro Clásico.



@scamarzana