Saioa Hernández y Juan Jesús Rodríguez en un ensayo

La Programación Lírica coruñesa arranca este sábado con Il pirata, de trama insostenible pero de alta temperatura operística. La ciudad gallega conmemora con la poco frecuentada obra el 250.° aniversario de la fundación de su primer teatro de ópera.

Pisa fuerte este año la Programación Lírica de La Coruña, impulsada por Amigos de la Ópera y su arrostrado director César Wonenburger. Se cumple y se festeja el 250.° aniversario de la fundación del primer teatro de ópera de la ciudad, cuando, en 1768, el ayuntamiento concedió la licencia para tal fin al cantante y empresario italiano Nicola Setaro. Se conmemora de paso el 65.° aniversario de la creación del Festival de Ópera. Para celebrar estos dos acontecimientos histórico-musicales se ha hecho un esfuerzo económico en el que participan la Xunta, a través de Agadic, con 135.000 euros, la Diputación (135.000), el Ayuntamiento, a través de la Fundación Emalcsa (80.000), y el Ministerio de Cultura, a través del INAEM (75.000).



Este sábado se representa una ópera poco frecuentada y que nunca ha visto la luz en la ciudad gallega: Il Pirata de Bellini, estrenada en La Scala, el 27 de octubre de 1827, por un trío de eminentes artistas: el tenor Giovanni Battista Rubini, el barítono Antonio Tamburini y la soprano Henriette Meric-Lalande. El libreto, de Felice Romani, se desarrolla en el castillo siciliano de Caldora, en pleno siglo XIII, y cuenta los desgraciados amores entre Imogene, casada a la fuerza con el dueño del lugar, y Gualtiero, conde de Montaldo, que ha debido hacerse pirata para sobrevivir. Al final, Gualtiero mata al marido de Imogene y es ajusticiado por ello, mientras la joven pierde la razón. Un argumento que se tiene poco en pie, con un desarrollo dramático incoherente, pero con instantes de alta temperatura, de encendido y valiente canto, que pide voces de auténtica excepción.



Saioa Hernández, una de nuestras sopranos más internacionales pero con escasa proyección en España, es la protagonista

Es célebre el aria de la locura de la protagonista, que cierra la acción. La melodía que da entrada a la más célebre frase, Col sorriso d'innocenza, un Andante sostenuto, es bellísima y el canto, dulcísimo, cadencioso, adornado y fluido. La angustia se desborda ante el espectáculo del suplicio en el Allegro giusto, con forza de cierre, Oh sole! Ti vela di tenebre, de trazos enérgicos, poblados de largas volatas en semicorcheas y ascensos al do 5, que muchas sopranos esquivan. No lo hará, esperamos, Saioa Hernández, aquí protagonista, una lírico-spinto de solvente técnica, timbre bruñido y firme, dotado de bellos reflejos, extensión y firmeza en el ataque y la volata, que está triunfando en el extranjero y que en España hasta ahora no ha tenido aún la debida proyección. A su lado cantarán un nuevo descubrimiento tenoril, el coreano Yosep Kang, de voz algo caprina y agudo seguro, y el fornido barítono español, tan querido en la plaza, Juan Jesús Rodríguez. Dirigirá la escena el regista gallego Xosé Manuel Rabón y, a la orquesta de Galicia y al coro Gaos, el veterano y práctico Antonello Allemandi.



El constructor de utopías

Se han programado otras actividades, algunas ya iniciadas en pasadas convocatorias, como los ciclos Os nosos intérpretes, As novas voces galegas y Lírica inclusiva, destinado a la creación de nuevos públicos. Importante es, sin duda, el espectáculo Setaro, el constructor de utopías (250 años de ópera en La Coruña, 30 de septiembre), ideado en su día por el añorado Gustavo Tambascio y que ha retomado Mario Pontiggia. No lo es menos el concierto que ofrecerá Il Pommo d'Oro a las órdenes del talentoso Maxim Emelyanychev junto al contratenor Franco Fagioli con la ópera Serse de Haendel en los atriles (30 de octubre). Y de elevado interés resulta el recital de la rotunda y contundente soprano estadounidense Angela Meade (22 de septiembre).