Image: La hija del aire, mito y violencia en Calderón

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Escenarios

La hija del aire, mito y violencia en Calderón

Mario Gas debuta este martes en el repertorio del Siglo de Oro acompañado de Benjamín Prado como adaptador

6 mayo, 2019 02:00

Marta Poveda en un ensayo de La hija del aire. Foto: Laura Ortega

"La hija del aire es la segunda mejor obra de Calderón, después de La vida es sueño, que es insuperable". Palabra de Benjamín Prado, que debuta como adaptador de teatro clásico en el montaje que se estrena este martes en La Comedia. El escritor madrileño fue reclutado por Mario Gas para tan compleja empresa. Éste último tenía claro que era el autor idóneo para acometerla. "Es un poeta que admiro. Claro, contundente, exquisito y dominador de las formas clásicas. Ha hecho una versión espléndida", ha dicho Gas en la presentación del proyecto celebrada en el vestíbulo del teatro de la calle del Príncipe.

Gas era consciente de que trabajaba con una material "difícil y oscuro", complicado para el paladar del espectador contemporáneo, formado por más de ocho mil versos. De ahí que, en connivencia con Prado, decidieran hacérselo más digerible. ¿Cómo? Básicamente, intentando que la trama resultase inteligible a pesar de la destilación a cuentagotas (dejando temas y retomándolos muchos versos después) que hace Calderón en esta visión suya de la historia de Semíramis, la reina de Asiria, que, conquista tras conquista, gobernó un inmenso territorio en Asia.

"Para ser fiel a Calderón teníamos que serle infieles", ha apuntado Gas, remitiéndose al clásico dicho italiano traduttore traditore. "Hay que atreverse, más desde una institución pública que no quiere quedarse en la paleontología. Eso sí, se mantiene la métrica", ha añadido. Un dato que ha suscrito Prado: "Donde había un endecasílabo sigue habiendo un endecasílabo, donde había octosílabo sigue habiendo un octosílabo y donde había un pareado sigue habiendo un pareado, aunque estos son los grandes enemigos porque casi siempre te acaban sonando a 'cuando viajes a Londres no te atolondres'".

Entre el dilema de hacer una adaptación para filólogos y para el público, el autor de Mala gente que camina ha optado por lo segundo. Sin faltar a las esencias, se ha sentido libre para cargarse algunos personajes e incorporar a otros rasgos de los desaparecidos. A su juicio, todos esos seres que habitan en esta tragedia son ambiguos y ese detalle le otorga su interés como radiografía de la condición humana y su perniciosa relación con el poder. "Ninguno es plano. No hay ni malos ni buenos. En su pasado se encuentran fuertes razones para ser lo uno u lo otro", afirma Prado, que ha puesto como ejemplo a la protagonista, Semíramis, encarnada por Marta Poveda, una mujer cuya belleza incita a los hombres a poseerla. Ahí ve Prado una conexión con la crónica negra de nuestra época, desgraciadamente salpicada con insoportable frecuencia con crímenes machistas.

Mario Gas también echó mano para esta primera incursión suya en el repertorio áureo (quién lo diría, después de una trayectoria tan fructífera y extensa) de una pareja legendaria en la escena italiana: Ezio Frigeiro y Franca Squarciapino (vestuario). El primero se ha ocupado de cristalizar la escenografía. Después de descartar distintas estéticas y estilos (pensó en Goya, El Greco, Caravaggio), se decantó por una coherente determinación: inspirarse en el arte asirio, concretamente en una imagen muy recurrente en él: la del león matando a un toro mediante dentelladas en la cabeza. "Es una estampa violenta pero elegante, que alude a la implacabilidad del destino. Sangrienta como pero sin sangre real, como la de los cuadros de Goya. Es más bien conceptual", ha explicado a El Cultural Frigeiro.

Gas, que ha pedido a sus actores "decir el verso como si fuera prosa insuflada de poesía", también ha agradecido a Helena Pimenta el calor recibido durante esta aventura. "Los teatros públicos suelen ser espacios llenos de pasillos y puertas cerradas donde muchas veces te sientes muy solo. No ha sido el caso. Ella ha estado pulsando todo durante los ensayos. El frío ha estado ausente de nuestras relaciones". La directora de la CNTC, que será relevada por Lluís Homar, no ha podido impedir que le brotaran las lágrimas en su exposición. "Sabía que me iba a suceder...". Pimenta ha mostrado su felicidad "al mezclar los saberes escénicos de Gas y Calderón". Y ha remachado diciendo: "Que La hija del aire habite en el escenario de La Comedia es un prodigio".

@albertoojeda77