Hace unos días la Unión de Actores creó un formulario para tratar de cuantificar las pérdidas económicas de los actores y actrices tanto del ámbito de las artes escénicas como del audiovisual en España. Hasta el momento, han respondido 1.500 profesionales. Según sus respuestas, el sindicato cifra en 6,89 millones de euros las pérdidas inmediatas y a corto plazo derivadas de la cancelación de representaciones y rodajes.
Estos cálculos "no incluyen las pérdidas que seguirán produciéndose tras las primeras semanas del próximo mes de abril. Además, son sólo las pérdidas que han podido conocerse con las personas que han contestado a nuestros formularios. Evidentemente, las pérdidas reales de todos los actores y las actrices del país serán por ello mucho mayores en un cómputo total", señala la Unión de Actores en un comunicado.
"El sindicato se ha visto en la obligación de realizar esta consulta debido a la falta de contestación por parte de la patronal y por la ausencia de medidas específicas del Gobierno y el Ministerio de Cultura, que ya han llevado a cabo en otros países europeos como Italia, Francia o Portugal. En cambio, en España se decretó el estado de alarma el pasado 16 de marzo, hace diez días, y el Gobierno no ha tenido en consideración a los trabajadores de la cultura entre las medidas tomadas desde entonces", se queja la entidad, sumándose a otros colectivos que también han reclamado medidas específicas para el sector cultural.
"Además, teniendo de base una situación de precariedad en el sector, con una coyuntura intermitente e inestabilidad laboral, este nuevo suceso no hace más que incidir en las vidas de los artistas de una forma negativa con el aumento de la búsqueda de otras fuentes de ingresos como empleo extra al margen de su profesión artística. Una clara degradación del sector que se suma a la que ya tenía estos últimos años a raíz de la grave crisis financiera que azotó a sus profesionales en el año 2008", continúa la nota.
“Las pérdidas económicas y laborales en el sector son insostenibles. Por esta razón, desde la Unión de Actores y Actrices estamos dispuestos a dialogar con el Ministerio de Cultura, para ayudar a desarrollar medidas concretas y necesarias para paliar la situación del sector artístico ante esta crisis sanitaria originada por el COVID-19, pero necesitamos la predisposición de las administraciones”, señala Iñaki Guevara, secretario general de la Unión de Actores y Actrices.
La entidad explica en un informe un tipo de situación común entre los actores para reflejar la gravedad del problema: "Un ejemplo claro de esta problemática es el modelo de contratación “por bolos” que recogen los convenios colectivos de teatro. Son modelos de contratación específicos que nada tienen que ver con las contrataciones del régimen general y que, por tanto, es muy difícil que encuentren amparo en las medidas de protección planteadas por el Gobierno en el Real Decreto-Ley 8/2020 de 17 de marzo. ¿Qué ocurre con un actor o actriz que firma contratos cada cierto tiempo con una compañía en función de los bolos que se le van ofreciendo? En este caso, la empresa se limita a informarle de que los 5 bolos que tenían previstos en la segunda quincena de marzo y los 7 bolos previstos para la primera quincena de abril han sido cancelados. El trabajador o la trabajadora, en este ejemplo, había contado con esos días de representaciones para subsistir económicamente durante este periodo de tiempo, pero al haberlos perdido se queda irremediablemente sin percibir ingreso alguno. El contrato aún no se había formalizado (ya que trabajaba por días sueltos), de modo que no ha sido despedido (por lo que no tiene derecho a indemnización alguna) ni su contrato está en suspensión (por lo que no tiene derecho a prestación pública alguna en los términos que marca el Real Decreto-Ley 8/2020, de 17 de marzo)".
La Unión de Actores opina también que la especificidad de las condiciones laborales del sector, "recogida en el Informe del Estatuto del Artistas aprobado hace más de un año por unanimidad en el Congreso de los Diputados, ya debería haber sido recogida por las leyes del Estado para proteger en este tipo de casos a los trabajadores culturales. Las actrices y los actores no pueden teletrabajar, no existe esa opción para ellas y ellos, ni realizar su oficio de ninguna otra manera que yendo a un teatro a ensayar o interpretar una obra ante el público y pisando un plató de rodaje para ponerse delante de las cámaras".