El periodista, dramaturgo y escritor Ángel García Pintado ha fallecido en Madrid a los 79 años el pasado 7 de abril a causa de un cáncer de colon, según fuentes familiares. Aunque su trayectoria profesional estuvo vinculada principalmente al terreno del periodismo, escribiendo información, análisis y críticas culturales, García Pintado desarrolló también una reivindicable faceta como escritor, sobre todo como dramaturgo.
Escribió una treintena de obras de teatro, que le convirtieron en la voz más destacada del género del absurdo en nuestro país. Formo parte de esa generación de autores que, como Nieva o Arrabal, buscaron superar el franquismo a través de la ruptura con las formas e mirando al teatro de vanguardia europeo. Su mayor éxito fue El taxidermista, estrenada en 1982 en el Centro Dramático Nacional dirigida por Jordi Mesalles. En 1980 obtuvo el Accesit del 'Premio Lope de Vega' por La sangre del tiempo y en 1970 le concedieron el 'Premio Guipúzcoa' por su pieza Ocio-celo-pasión de Jacinto Disipado.
Entre sus novelas destacan Allá va mi cuchillo, sobre la Guerra Civil, y El cielo, una crítica al fundamentalismo religioso, aunque más éxito tuvo su ensayo El cadáver del padre. Artes de vanguardia y revolución, un estudio sobre las relaciones entre el poder y las vanguardias artísticas. También hizo incursiones en el mundo de la poesía, terreno en el que destaca su poemario Crónica del abismo.
Nacido en Valladolid el 21 de abril de 1940, García Pintado se graduó en la Escuela de Periodismo de la Iglesia en 1963. Fue el primer director de la revista satírica Hermano Lobo, fundada en 1972 por iniciativa del humorista gráfico Chumy Chúmez. También fue redactor jefe de Cuadernos para el Diálogo, semanario fundado por el político democristiano Joaquín Ruíz-Giménez, y jefe de la sección de Cultura y Ciencia de la Agencia EFE. Fue redactor de ABC y columnista de El País.