El Ayuntamiento de Madrid continúa con su Año Galdosiano. En esta ocasión desde el teatro que el autor de Fortunata y Jacinta regentó durante la temporada 1912-1913. Tras las lecturas Galdós en el Español llega este miércoles, 18, Galdós, sombra y realidad, un texto escrito por Ignacio del Moral y Verónica Fernández que sube a su escenario la directora Pilar G. Almansa con un elenco integrado por Marta Aledo, Carmen Conesa, Amparo Fernández, Jesús Noguero, Diana Palazón, María Ramos y Ainhoa Santamaría.

“La obra -explica Del Moral a El Cultural- atiende principalmente a su vida amorosa sin pretender convertirla en un documental ni en un ensayo. Consideramos el trabajo como una indagación poética. La forma de “gestionar” su vida muestra a un personaje sumido en contradicciones, rabiosamente libre, y al mismo tiempo discreto, tímido y poco amigo de los escándalos. Todas las mujeres que mostramos tienen una gran personalidad. Son combativas y plantan cara. No parece que don Benito buscara la paz ni la comodidad en su vida sentimental”. Almansa lamenta a El Cultural de que muchas de las reflexiones de Galdós sigan vigentes en nuestros días y lo califica de auténtico patriota: "Quería que su país floreciese sin dejar atrás a nadie y ansiaba erradicar la miseria moral y material de España. Sin embargo, se tropezaba una y otra vez con las élites catetas de un país lastrado por el cortoplacismo. Es desconcertante comprobar que cien años después poco ha cambiado".

"Todas las mujeres tienen una gran personalidad. No parece que don Benito buscara la comodidad en su vida sentimental", Ignacio del Moral

Una propuesta del canario Quino Falero y una conversación con Yolanda Arencibia, estudiosa y biógrafa del autor de los Episodios Nacionales, hizo que Del Moral y Fernández se lanzaran a imaginar este viaje por los recuerdos del escritor en los momentos previos a su muerte. Las protagonistas son algunas de las mujeres con las que tuvo relaciones amorosas y también personajes femeninos de sus ficciones, muchos de ellos inspirados también en amistades reales.

Una de las facetas que más llamó la atención a Almansa (en cuyo currículum figuran obras como Mauthausen. La voz de mi abuelo, Cama y El buen hijo, entre otras) es su vida al margen de las convenciones, su curiosidad y su sentido del deber social: “También nos hemos ido enamorando de todas las mujeres que le hicieron ser quién fue: la inteligente Teodosia, la explosiva Concha Ruth, Emilia y su descaro, el dolor de Lorenza, Sisita en su recuerdo... Todas y cada una de ellas merecerían su propio montaje porque sus vidas fueron tan apasionantes como la del propio Benito”.  

La contradicción estética entre realismo y onirismo han marcado el trabajo de  la directora, que se pregunta cómo se puede "soñar el realismo". La preocupación era trabajar con esta paradoja y no traicionar ni al texto ni al propio Galdós.  “La búsqueda estética ha estado encaminada, desde todos los planos, a intentar encontrar ese lugar en el que mantuviéramos ambos referentes y, gracias a ellos, pudiéramos hallar un tercer lugar en el que sueño y realidad se fusionaran en escena”, reconoce Almansa, que ha llevado al teatro de la Plaza de Santa Ana una puesta en escena creando, en palabras de Del Moral, “un espacio no-sólido poblado de movimientos fluidos, casi coreográficos, en el que, sin embargo, las confrontaciones entre los personajes tienen un carácter muy contundente y real”.

"Galdós se tropezaba una y otra vez con las élites catetas de un país lastrado por el cortoplacismo", Pilar G. Almansa

Así, con la escenografía del veterano José Luis Raymond, Galdós, sombra y realidad saca al autor canario de la Galería de Hombres Ilustres para convertirlo en un personaje cercano y vivo. “Los diagnósticos de Galdós son correctos -sentencia Del Moral-. Su actitud es ofrecer ese diagnóstico a través de la creación artística, mucho más eficaz para la concienciación de la sociedad. Por eso está plenamente vigente, porque muestra el entramado social de una manera muy aguda y certera y le da al lector-espectador la oportunidad de decidir si le gusta o no lo que ve, si desea o no cambiarlo y si está dispuesto a hacer algo”.

Almansa, en la misma línea, subraya que ha intentado quitarle el “blanco y negro de la fotografía de época” y transmitir un período vibrante, lleno de esperanza y rabia, de rupturas y promesas pero, sobre todo, de amor libre, sin complejos y real: “Si es que alguna vez alguien supo lo que es la realidad. Deberíamos preguntarle a don Benito”.  Parte de la respuesta nos la da ya Galdós, sombra y realidad.

@ecolote