Jerez, celebración y rito del baile flamenco
Eva Yerbabuena. Foto: Rubén Martín
El Festival de Jerez, principal cita mundial de la danza flamenca, alcanza su vigésima edición. Motivo de sobra para movilizar a sus grandes figuras. Entre este viernes y el 5 de marzo, podremos ver los nuevos trabajos de Eva Yerbabuena (Apariencias), Marco Flores (Entrar al juego) y Manuel Liñán (Reversible). Miradas diversas de un arte en perpetua mutación.
Diferentes actitudes artísticas, múltiples miradas, coreografías, puestas en escena, criterios musicales de naturaleza varia, conforman una abundantísima muestra de dieciséis días con más de setenta representaciones entre espectáculos y conciertos con relevantes voces, entre ellas, las de José Valencia, en este caso como solista, David Lagos, Esperanza Fernández, Arcángel, Diego Carrasco, Antonio Reyes, David Palomar o Jesús Méndez. Un bailaor que ofrece también nuevo trabajo es Marco Flores, Premio de la Crítica al Mejor Espectáculo del Festival de Jerez en su edición de 2012. Trae ahora Entrar al juego, donde crea una realidad en la que el tiempo adquiere otra dimensión: "Es una invitación a introducirse en un espacio donde no hay reglas y no existen los rangos. Nos despojamos de los hábitos adquiridos, nos liberamos de los códigos impuestos por los atavismos y vemos hasta dónde cede cada uno, hasta dónde se deja llevar en una articulación carente de roles y jerarquías. El resultado es emocionante cuando observas cómo el lenguaje de la danza flamenca, la improvisación y la espontaneidad, pueden establecer un sistema de reciprocidades, una profunda comunicación sin que nadie renuncie a su personalidad artística".
Marco Flores. Foto: Paco Villalta
El festival, que desde sus comienzos tiene una amplia incidencia internacional, oferta en cada convocatoria 1055 plazas para los cursos de baile, impartidos por profesores de alto prestigio -la mayoría en activo-, y que ocupan alumnos venidos de más de cincuenta países, siendo los más numerosos los llegados de Japón, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Suráfrica, Chile o Suiza. Nombres ya clásicos en la enseñanza de la danza flamenca, como Angelita Gómez, Manolo Marín, Javier Latorre o Rocío Coral, se mezclan con otros pertenecientes a las nuevas generaciones, que en la actualidad recorren los escenarios del mundo, como es el caso del propio Marco Flores, Belén Maya, Olga Pericet, Manuel Liñán, Isabel Bayón o Concha Jareño: técnica de las marianas con abanico, técnica y estilo de los tientos, estudio coreográfico de las cantiñas de Pinini, técnica de la bata de cola o técnica de las bulerías de Jerez, son algunas de las propuestas del área formativa que, junto a las representaciones en el Teatro Villamarta, la Sala Compañía, el Palacio de Villavicencio o la Sala Paúl, constituye una de las columnas fundamentales del certamen jerezano.Manuel Liñán, Premio Revelación del Festival de Jerez 2012 y Premio Max 2013, ha estructurado su obra Reversible apoyándose en la frase de Nietzsche de que "la madurez del varón significa que ha reencontrado la seriedad que de niño tenía al jugar". Según el bailaor granadino, "con Reversible he recuperado un camino que emprendí desde la infancia: la ilusión, esos instintos que afloran, las iniciales percepciones y las primeras manifestaciones de mis inquietudes artísticas. He querido volver atrás, redescubrir un universo que se estaba convirtiendo en un vago recuerdo y penetrar en él a través de la expresión dancística. La emoción al rescatar un sonido, un sabor, un sentimiento como formulaciones profundas de un despertar. Creo que Reversible supone un cambio significativo en mi evolución artística y un encuentro conmigo mismo".
Manuel Liñán. Foto: MarcoGPunto