Image: EL CRECIMIENTO DE LA ABAO
EL CRECIMIENTO DE LA ABAO
El crecimiento de la ABAO
La ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la ópera) rinde este año su 49ª singladura. Hay todavía muchas carencias, pero cada temporada parece que las cosas se hacen un poco mejor. En ésta tenemos ocho óperas en el escenario -aún con limitaciones técnicas- del longilíneo Euskalduna. Sigue mandando el repertorio belcantista y romántico italiano: Aida (función inaugural el 23 de septiembre), con la presentación de la sólida soprano rusa Galina Gorchakova, una lírica antes que una spinto; La cenerentola, que reúne un reparto equilibrado (Petrova, Olsen, Corbelli y nuestro gran Chausson, un Don Magnifico de muchos quilates), Madama Butterfly, con cantantes a descubrir en buena parte (Xu Wei Sun, Liang Ning); Lucrezia Borgia, con Ana María Sánchez, que está aproximándose ahora a los grandes papeles donizettianos, y Lucia di Lammermoor, que ofrece fundamentalmente, junto a la presentación de la soprano maureen O’Flynn, el fresco timbre del tenor Aquiles Machado.
La cosa se anima bastante con un Mozart no especialmente frecuentado, Idomeneo, que incluye voces de calidad (Streit, Mentzer, Rey, Tamar) y dos obras del romanticismo alemán: La Walkyria, con la que se sigue la Tetralogía iniciada con buen pie el pasado año, y Der Freischötz, con un equipo vocal de interés (Van Kralingen, Moreno, Wagenföhrer, Hunka, Fink).
La ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la ópera) rinde este año su 49ª singladura. Hay todavía muchas carencias, pero cada temporada parece que las cosas se hacen un poco mejor. En ésta tenemos ocho óperas en el escenario -aún con limitaciones técnicas- del longilíneo Euskalduna. Sigue mandando el repertorio belcantista y romántico italiano: Aida (función inaugural el 23 de septiembre), con la presentación de la sólida soprano rusa Galina Gorchakova, una lírica antes que una spinto; La cenerentola, que reúne un reparto equilibrado (Petrova, Olsen, Corbelli y nuestro gran Chausson, un Don Magnifico de muchos quilates), Madama Butterfly, con cantantes a descubrir en buena parte (Xu Wei Sun, Liang Ning); Lucrezia Borgia, con Ana María Sánchez, que está aproximándose ahora a los grandes papeles donizettianos, y Lucia di Lammermoor, que ofrece fundamentalmente, junto a la presentación de la soprano maureen O’Flynn, el fresco timbre del tenor Aquiles Machado.
La cosa se anima bastante con un Mozart no especialmente frecuentado, Idomeneo, que incluye voces de calidad (Streit, Mentzer, Rey, Tamar) y dos obras del romanticismo alemán: La Walkyria, con la que se sigue la Tetralogía iniciada con buen pie el pasado año, y Der Freischötz, con un equipo vocal de interés (Van Kralingen, Moreno, Wagenföhrer, Hunka, Fink).
