En este disco se encuentra la mayor parte de la obra orquestal de Paul Dukas, compositor que marginó a veces su labor en beneficio de actividades pedagógicas -Falla, Albéniz o Messiaen estuvieron entre sus alum- nos - o críticas y que destruyó muchas de sus creaciones.
El trabajo del norteamericano Leonard Slatkin (Los Angeles, 1944) y la Orquesta de la Radiotelevisión Francesa es de buen nivel. El director, de sólido oficio, de brillante concepción, no es un exquisito ni un fraseador acreditado, pero realiza una labor funcional y demostrativa, que la grabación recoge fielmente. No posee el toque para dar con esa sonoridad especial que, en el caso de la Sinfonía, por ejemplo, ha de marcar ese diatonismo tan curioso del compositor, amigo de saltar a tonalidades lejanas y de recurrir a continuos episodios cromáticos. Habría que retro- traerse a la antigua grabación de Martinon con la misma orquesta realizada en 1972, dotada también de un lirismo más cálido.
La versión del famoso poema sinfónico El aprendiz de brujo parece, dentro de sus buenas hechuras, una de tantas; de las muchas que hay en el mercado.