Image: ANTON BRUCKNER: Sinfonía nº 7 en mi mayor.
ANTON BRUCKNER: Sinfonía nº 7 en mi mayor.
Kurt Sanderling (Arys, Alemania del Este, 1912) es uno de los supervivientes de la antigua tradición directorial germana. Bebió de los Klempe- rer, Kleiber o Blech; o, durante su larga estancia en Leningrado, de Mravinski. Seguía en activo, con una envidiable vitalidad, hace muy poco.
Este registro, tomado en vivo en Stuttgart en 1999, nos lo muestra en uno de los repertorios que más ama y que ha dirigido infinidad de veces. Desde el neblinoso comienzo en pianissimo, con el despliegue de la maravillosa frase de la cuerda, hasta el cierre contundente en la coda del cuarto movimiento, todo se nos ofrece con una naturalidad, un tempo, una respiración de musicalidad sin tacha.
Se puede preferir una mayor ralentización del primer gran crescendo o una diferenciación tímbrica más acusada; incluso una regulación de intensidades más cuidada en las codas de los tiempos extremos, y una claridad más diáfana en los tutti. Pero es un Bruckner de altos vuelos. En la estela, por ejemplo, del de un Wand.
Este registro, tomado en vivo en Stuttgart en 1999, nos lo muestra en uno de los repertorios que más ama y que ha dirigido infinidad de veces. Desde el neblinoso comienzo en pianissimo, con el despliegue de la maravillosa frase de la cuerda, hasta el cierre contundente en la coda del cuarto movimiento, todo se nos ofrece con una naturalidad, un tempo, una respiración de musicalidad sin tacha.
Se puede preferir una mayor ralentización del primer gran crescendo o una diferenciación tímbrica más acusada; incluso una regulación de intensidades más cuidada en las codas de los tiempos extremos, y una claridad más diáfana en los tutti. Pero es un Bruckner de altos vuelos. En la estela, por ejemplo, del de un Wand.
