Image: Toda la ópera de la temporada

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Música

Toda la ópera de la temporada

Un recorrido por los escenarios líricos españoles e internacionales

12 septiembre, 2001 02:00

Al mismo tiempo que los festivales de verano dan sus últimos coletazos, los teatros de ópera de todo el mundo se preparan para la vorágine que experimentarán a lo largo de los próximos meses. En España son cada vez más, y mejores, las temporadas líricas que se llevan a cabo a lo largo y ancho de nuestra geografía. Junto al Teatro Real y el Liceo de Barcelona, ciudades como Oviedo o Bilbao siguen manteniendo fielmente la llama de la afición, al tiempo que Sevilla ha logrado hacerse oír gracias a unas cuidadas producciones y unos repartos exigentes. En Europa, la Staatsoper de Berlín echará literalmente la casa por la ventana proponiendo todos los grandes títulos de Wagner dirigidos por Daniel Barenboim, mientras la Scala de Milán se trasladará a un espacio alternativo mientras duren unas reformas largo tiempo anunciadas, despidiéndose con un Otello de Verdi que supondrá también el adiós al papel de Plácido Domingo. EL CULTURAL selecciona las mejores citas de la temporada española e internacional.

Ya están las principales salas de ópera de nuestro país quitando el polvo a sus butacas: empieza una nueva temporada, vuelve la singular magia de la escena cantada. Como siempre, de un tiempo a esta parte, se combina lo viejo con lo nuevo, incluso en enclaves antaño remisos a títulos y propuestas de cierta modernidad.

El Real, el más clásico

El cuadro general, que presenta sin duda puntos de interés, se nos antoja regresivo respecto, sin ir más lejos, al del curso anterior. Lo más moderno aparece en el doblete que reúne dos óperas del siglo XX: El niño y los sortilegios de Ravel y Babel 46 de Montsalvatge. La nueva producción lleva las acreditadas firmas de Jorge Lavelli en lo escénico y Ros Marbà en lo musical. Es hasta cierto punto novedosa Pelléas et Mélisande de Debussy, donde resalta la presencia de María Bayo, cuyo estilo refinado y voz actual pueden calar bien en la misteriosa protagonista. Pélleas es el notable barítono inglés Simon Keenlyside. Armin Jordan, valedor de esta música, ocupa el foso en esta producción de Ginebra.

Una de las principales novedades es el debut de Carlos álvarez como el jorobado Rigoletto, que abre la temporada el 1 de octubre. El barítono malagueño está en un buen momento vocal, aunque cabe formular ciertas dudas en cuanto a sus prestaciones en una parte tan exigente. Es una producción gobernada por Graham Vick que dirigirá en lo musical el practicón Daniel Lipton.

De interés es averiguar qué hará el importante actor y director teatral Josep Maria Flotats con Così fan tutte de Mozart, donde se anuncian la competente y afilada batuta de López Cobos en su vuelta al Real y algunas voces muy ad hoc: Véronique Gens, Carmen Oprisanu, Pietro Spagnoli, Alessandro Corbelli.

Novedad es la iniciación de La tetralogía, que se inaugura lógicamente con El oro del Rin. La artesanal batuta de Peter Schneider gobernará esta nueva producción firmada por Willy Decker. Alan Titus será Wotan, que está defendiendo con decoro en Bayreuth. Madama Butterfly con Daniela Dessì, la excelente y ya antigua recreación de Strehler de Falstaff de La Scala, con Ambrogio Maestri, y la visión de Vick de Lucia di Lammermoor, en la voz de la todavía muy audible Edita Gruberova, completan el cartellone.

Liceo: mirada progresista

El teatro barcelonés va a por todas con su equipo rector, aunque en algún caso pueda dar cabida a producciones poco afortunadas o discutibles. Lo que se anuncia tiene interés en un curso que alberga nada menos que trece obras. Como la Gloriana de Britten o La zorrita astuta de Janácek que presenta Opera North, con cantantes ingleses entre los que destaca Josephine Barstow. Otros títulos son Katia Kabanova, también de Janácek, a cargo del travieso y arriesgado Cristoph Marthaler, o Lady Macbeth de Mtzensk de Shostakovich, en producción de la Monnaie con la wagneriana Nadine Secunde. De auténtica rareza puede calificarse Henry VIII de Saint-Saëns, que sirve para recuperar a Montserrat Caballé. No es menos curiosa La favorita de Donizetti en su versión original francesa de 1842, con la arrasadora Dolora Zajick como cabeza de reparto.

La parte tradicional la ocupan La bohème de Del Monaco para el Real con María Bayo, La traviata del Covent Garden o La flauta mágica en la ya conocida recreación de Comediants. El director musical del Liceo, Bertrand de Billy, se encarga también de Tristán e Isolda de Wagner, que cuenta con dos importantes sopranos para la enamorada celta, la norteamericana Deborah Polaski y la inglesa Jane Eaglen.

La programación se completa con el Orfeo monteverdiano por Jordi Savall, La clemenza di Tito de Mozart (con Julia Varady) y otra rareza, La fattuchiera de Vicenç Cuyàs, ambas ofrecidas en concierto.

Teatros en expansión


Bilbao y Oviedo, a través de sus respectivos Amigos de la ópera, extienden sus actividades durante varios meses y presentan producciones muy dignas, ensayadas y medidas. En la capital vasca se sigue con el Anillo de Wagner, con montajes provenientes de Ginebra: le toca el turno a Siegfried, dirigido por el sólido Gönter Neuhold. Heikki Siukola y Nadine Secunde serán dignos protagonistas.

Hay que resaltar también aquí la presencia de Dolora Zajick, que abre hoy mismo la temporada con Sansón y Dalila de Saint-Saëns; Norma Fantini, soprano de cierto fuste, para Tosca, y la excelente mezzo Larissa Diadkova para un Trovador algo descafeinado. Buen equipo vocal, con D’Arcangelo, Ciofi, Lanza, Gauci en cabeza, para las Bodas de Fígaro sevillanas de José Luis Castro. Y una novedad, o casi: Las Vísperas Sicilianas de Verdi, en su versión italiana, con varios nombres nuevos en la plaza aunque de garantía.

Un título straussiano, Salomé, que hace tan sólo hace unos años habría sido difícil programar por estos pagos, inaugura el curso ovetense. Es una nueva producción firmada por Emilio Sagi. Max Valdés, con su Orquesta del Principado, estará en el foso. Y en escena, un equipo de voces bastante bien pertrechado. Muy meritoria es la sesión que reúne dos obras del siglo XX, El teléfono de Menotti y La voz humana de Poulenc, ésta con la veteranísima y siempre gran actriz Raina Kabaivanska. Ernani, protagonizada por Carlos álvarez, Lucia di Lammermoor con Giusy Devinu y Romeo y Julieta de Gounod, con la estrella de discutible brillo de Ainhoa Arteta, son los títulos restantes.

En Sevilla se hacen pocas óperas, pero con mimo y altura. Esta temporada tiene cuatro títulos de cuatro épocas y estilos distintos: El trovador de Verdi, Andrea Chénier de Giordano, La flauta mágica de Mozart y Elektra de Strauss. Es éste quizá el más significativo, con Stefan Anton Reck en el foso. Janice Baird y Ana María Sánchez -que ha hecho suyo el personaje- serán Elektra y Crisotemis y, a lo que parece, la muy veterana Renata Scotto encarnará a Klitemnestra. Ver para creer. Es una producción procedente de Toulouse. La de la obra mozartiana, con Pons en el foso, es la ya comentada de Comediants. Su principal atractivo vocal es la presencia de Matthias Goerne, un Papageno de lujo.

5 títulos recomendados

-R. Strauss: Salomé. Valdés/Sagi. Johansson, Hale, Jerusalem, Gjevang (Oviedo, Teatro Campoamor, 17-IX-2001).

-Giordano: Andrea Chénier. Palumbo/Del Monaco. Armiliato, Casolla, Sulvaran, Cortez, ódena (Sevilla, Teatro de la Maestranza, 3-XII-2001).

-Verdi: I Vespri Siciliani. Allemandi/Tiezzi. Neves, Mok, Prestia, Guelfi (Bilbao, Palacio Euskalduna, 8-XII-2001).

-Mozart: Così fan tutte. López Cobos/Flotats. Gens, Oprisanu, Workman, Spagnoli (Madrid, Teatro Real, 9-XII-2001).

-Saint-Saëns: Henry VIII. Collado/Jourdan. Caballé, Estes, Liang, Workman (Barcelona, Gran Teatro del Liceo, 4-I-2002).